Valores que hay que seguir este viernes: Caixabank, BBVA, Sabadell, Coemac

CaixaBank obtuvo un beneficio atribuido de 1.705 millones de euros en 2019, un 14,1% menos que en el mismo periodo del año anterior, pero mejor de lo esperado. El banco explica que la caída obedece al gasto bruto de 98 millones de euros brutos (685 netos) por el acuerdo laboral alcanzado en el segundo trimestre. Excluyendo estos extraordinarios, el resultado se incrementó un 20,4% hasta los 2.390 millones de euros. El banco reacciona en bolsa con un repunte del 2% en los primeros compases de la negociación.

BBVA alcanzó un beneficio atribuido de 3.512 millones de euros en 2019, un 35% menos que en el año anterior debido al impacto del ajuste del fondo de comercio en EEUU en el cuarto trimestre, y a las plusvalías que se había anotado en 2018 por la venta de la filial en Chile.

Según ha señalado el banco que preside Carlos Torres, sin incluir estos extraordinarios, el beneficio habría alcanzado los 4.830 millones de euros, el más alto desde 2009 gracias al incremento de los ingresos más recurrentes y la contención de los gastos de explotación. Las acciones del banco abren la jornada con un ascenso del 0,8%.

Peor suerte corre Banco Sabadell, cuyos títulos se desploman un 10% en el inicio de la sesión, después de que ayer, tras el cierre del mercado, anunciara que en el cuarto trimestre registró pérdidas de 15 millones frente a un beneficio de 80 millones de euros un año antes, debido a un incremento superior al esperado en provisiones contra insolvencias y a los números rojos de su filial británica TSB. Un hecho que no esperaba el mercado. Pese a ello, el beneficio de 2019 se disparó un 174%.

Por otro lado, la CNMV ha suspendido a primera hora de la mañana y antes de la apertura de los mercados la cotización de Coemac, la antigua Uralita. La decisión del regulador se produce un día después de que la empresa de materiales de construcción controlada por los Serratosa anunciara que ha solicitado al Juzgado competente el concurso voluntario de acreedores de Coemac por encontrarse en “situación de insolvencia”, como consecuencia de su imposibilidad de generar la suficiente liquidez para hacer frente a las reclamaciones derivadas de la fabricación de fibrocemento con amianto.

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