Unicaja da el último paso para completar la integración de Caja España-Duero

El consejo de administración de Unicaja acordó el pasado viernes iniciar los trámites para una futura fusión con su filial Caja España-Duero. La operación supondrá en el futuro el mantenimiento de una única entidad bancaria que sumará los activos de ambas marcas, fortaleciendo la esencia del grupo de “cercanía, vinculación con el territorio y servicio al cliente”, según anunció la entidad andaluza en un comunicado.

La integración plena de su filial castellano-leonesa era uno de los objetivos estratégicos incluidos dentro del Plan de Negocio 2017-2020 de Unicaja, según el escenario recogido en el folleto de salida a Bolsa, como fuente de realización de sinergias adicionales a las ya logradas merced a la integración tecnológica y operativa llevada a cabo hasta la fecha.

En ese sentido, el grupo andaluz ha explicado que la operación será beneficiosa tanto para los clientes como para los accionistas y los equipos profesionales de ambas entidades, “permitiendo generar sinergias, reducir costes y aumentar la rentabilidad”. Asimismo, reafirman su compromiso con sus territorios históricos, Andalucía y Castilla y León, sus empresas, autónomos, clientes e instituciones.

Mientras se desarrolla este proceso previo a la fusión, a tenor de los diferentes trámites corporativos y administrativos, ambas entidades continuarán operando como hasta ahora, de manera independiente aunque coordinadamente, siguiendo el esquema matriz-filial.

Unicaja tomó el control de Caja España-Duero en marzo de 2014 y tres años después, en agosto de 2017, procedió a la devolución íntegra y anticipada al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) de los 604 millones de euros en ayudas que la entidad castellana recibió en 2013 (los 525 millones del primer rescate se dieron por perdidos). Adicionalmente, hace unas semanas Unicaja aprobaba el compromiso de garantía de las obligaciones asumidas por su filial.

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