“Tal y como han hecho otros países de nuestro entorno”, recoge el documento suscrito por PSOE y Sumar en su página 32, “impulsaremos la reducción de los vuelos domésticos en aquellas rutas en las que exista una alternativa ferroviaria con una duración menor de 2 horas y media”. Es decir, por un lado, no aluden a ninguna prohibición, sino a una “reducción” de los vuelos; por otro, hablan de los tiempos de los trayectos en tren, que no en avión.
La confusión sobre esta medida no ha tardado en aparecer. Entre otras cosas, por las explicaciones dadas por la propia Yolanda Díaz en la presentación en público de este acuerdo. Según la vicepresidenta y ministra, “hemos acordado que han de acabarse los vuelos cortos inferiores a dos horas y media cuando no haya alternativa al tren”. Las reacciones ante estas palabras no se han hecho esperar. Entre ellas, las de Isabel Díaz Ayuso.
“Hoy veíamos cómo el presidente y la vicepresidenta proponen prohibir los vuelos comerciales de menos de dos horas y media dentro de la Península cuando se supone que hay alternativa en tren, pero esto no siempre tiene por qué ocurrir y se pueden saturar los servicios”. Así lo ha afirmado en una jornada sobre medio ambiente organizada por Madridiario, donde ha denunciado que “esto es algo que pasa cuando se interviene, no se consensúa y no se hace con criterio. Esto luego acaba creando el efecto contrario”.
“No creo tanto en el intervencionismo y el dirigismo político como el de ofrecer aportar soluciones en libertad para que el mercado, las empresas, los ciudadanos y las administraciones podamos caminar juntos”, ha defendido.
