Màxim Huerta, ministro de Cultura.
Señor Ministro de Cultura y Deporte, una vez más se cumple el principio mcluhiano de manera que el medio es el mensaje. La sanción de más de 360.000 euros que ya han sido abonados cobra otra dimensión porque quien fue multado como infractor, cuando tan solo era un mero particular, ha pasado a formar parte del Gobierno.
Lo que hubiera quedado en un intento frustrado de optimización fiscal, por decirlo a la manera del entonces ministro del PP Josep Piqué, se presenta sin palabras con aire de escándalo equiparable a otras operaciones de gran calado. Con el poder no hay indulgencia.
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Telegrama para Màxim Huerta
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