El presidente del Gobierno en funciones y el de la Generalitat, Pedro Sánchez y Quim Torra, respectivamente, han puesto este martes fin a meses y meses sin hablarse. Lo han hecho con una conversación telefónica de apenas 15 minutos en la que ambos han rebajado el tono y se han emplazado a una reunión “lo antes posible”. Un encuentro que, según ha aclarado Moncloa, será siempre y cuando haya investidura y dentro de la ronda con todos los responsables autonómicos que haría Sánchez de tener éxito en el Congreso.
En la conversación entre Sánchez y Torra, tal y como han apuntado fuentes del Govern, el líder del PSOE ha reconocido la “naturaleza política del conflicto” catalán, mientras que el presidente de la Generalitat ha defendido que la solución al mismo pasa por “el ejercicio del derecho de autodeterminación”. Asimismo, ha reclamado el “fin de la represión” y la libertad de los presos políticos.
Torra también le ha recriminado “la falta de cortesía institucional por no atender sus llamadas”.
La conversación con el responsable catalán se ha producido después de la llamada de Sánchez al lehendakari Íñigo Urkullu. Y es que, tal y como anunció tras aceptar el encargo de Felipe VI, está llevando a cabo una ronda de contactos telefónicos con presidentes autonómicos. Respecto a este asunto, el jefe del Ejecutivo en funciones convocará una Conferencia de Presidentes autonómicos en el Senado para “rebajar tensiones territoriales”. El objetivo, informa Europa Press, es que se celebre todos los años y lo comunicará formalmente en el debate de investidura.
La última Conferencia de Presidentes autonómicos la convocó Mariano Rajoy en enero de 2017 y trató, entre otros asuntos, las políticas de empleo, el reto demográfico o la violencia de género.
La llamada de Sánchez a Torra fue una de las exigencias que puso ERC sobre la mesa en los últimos encuentros entre los equipos negociadores de los socialistas y los republicanos catalanes de cara a cerrar un acuerdo para la investidura.
