“Yo creo que no tenemos otra opción, tenemos ya, sí que sí, poder llegar a un acuerdo entre ambos bloques comerciales”, ha defendido Sánchez en un foro empresarial organizado con motivo de su visita oficial a Uruguay por la CEOE y la Cámara de Comercio en colaboración con ambos gobiernos, según Europa Press.
La materialización de este acuerdo, del que el presidente del Gobierno es un firme defensor desde hace tiempo, permitirá crear la mayor aérea de libre comercio del mundo, con más de 700 millones de habitantes, lo que va “dinamizar nuestras economías, crear empleo, desarrollo, bienestar y también dar un mensaje positivo de entendimiento entre bloques comerciales y entre regiones”.
En su opinión, el acuerdo “es la mejor respuesta al actual contexto de incertidumbre internacional y la mejor manera de protegernos ante el creciente conflicto comercial”.
En este punto, se ha referido a los planes de Trump de imponer aranceles del 30% a la UE a partir del 1 de agosto, “una medida perjudicial para todos”. Para Sánchez, “las decisiones proteccionistas injustificadas e injustas como son estas, van en la dirección opuesta” porque generan tensiones, generan incertidumbre y destruyen oportunidades.
Apoyo a Bruselas
Así las cosas, ha recalcado que España apoyará a la Comisión Europea en la negociación en curso con Washington con vistas a alcanzar una “solución negociada”. “Pero si no la alcanzamos, pues evidentemente tendremos que responder con la proporcionalidad debido a y con la firmeza debida en aras de defender los intereses económicos legítimos de Europa”.
Y también ha dejado claro que la UE se mantendrá unida porque a día de hoy representa el mayor bloque comercial del mundo. “Debemos hacer valer esa fortaleza en términos positivos para defender nuestros intereses, para lograr un acuerdo justo y para defender también un modelo de relaciones económicas entre países respetuoso”, ha añadido, recoge la citada agencia.
Por lo que se refiere a la relación comercial con Uruguay, Sánchez ha querido poner el énfasis en su estabilidad política y su calidad democrática que “no tienen parangón en el conjunto de la América Latina y el Caribe”, así como su cohesión social y su estabilidad institucional.
Todo ello, ha destacado, “generan algo imprescindible a la hora de hacer negocios como es la confianza”. Esto explica, ha añadido, la vocación de permanencia en el medio y largo plazo de las empresas que ya están presentes en Uruguay.
“No son tiempos fáciles, no lo son cuando hablamos de comercio”, de ahí la necesidad de redoblar el compromiso y seguir apostando, ha dicho, por “mercados abiertos, reglas claras, predecibles y, sobre todo, mecanismos multilaterales eficaces que nos permitan resolver las legítimas diferencias con diálogo y con cooperación”. “Este entorno de comercio libre, justo, ha sido y va a ser clave en el desarrollo de nuestras sociedades”, ha rematado.
Uruguay también quiere el acuerdo
Por su parte, el ministro de Economía de Uruguay, Gabriel Oddone, ha reconocido que ahora tiene más esperanzas de que el acuerdo termine de prosperar que hace unos años, algo que ha atribuido al cambio que se ha producido a nivel global y a las transformaciones ocurridas, apuntando con ello a la guerra arancelaria impuesta por Trump.
A su juicio, esto “da una mayor probabilidad de concreción a la Unión Europea” y también ha hecho que en Uruguay haya “una renovada vigencia para permanecer en el Mercosur o para ser un miembro activo del Mercosur”. Igualmente, ha querido reivindicar las bondades de su país para las empresas españolas, subrayando que “es un socio confiable por su estabilidad política, por su estabilidad institucional, por su certeza jurídica”.
También el presidente de la Cámara de Comercio, José Luis Bonet, y el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, han puesto de relieve la importancia que tendrá el acuerdo con Mercosur una vez se materialice para potenciar las relaciones comerciales entre los dos países. “Es una gran oportunidad”, ha sostenido el primero.