El Gobierno de República Checa ha autorizado la celebración de bodas siempre y cuando a ellas asista un máximo de diez personas, cifra en la que están incluidos los contrayentes, el oficiante de la boda y el funcionario del registro, en el marco de un levantamiento progresivo de las medidas frente al coronavirus.
Conforme a las nuevas normas, todos los asistentes a la ceremonia deberán llevar mascarillas, con la única excepción de los novios, ha explicado una portavoz del Ministerio del Interior.
Las autoridades checas también permitirán a partir del lunes la apertura de talleres, concesionarios de coches y mercadillos, estos últimos «de manera limitada y bajo estrictas condiciones de higiene», ha explicado Jiri Sedlacek, del Sindicato de Vendedores de Mercados.
El Gobierno prevé, además, autorizar la reapertura de negocios de menos de 200 metros cuadrados, después de dar por superada la peor fase de la pandemia. Las autoridades han confirmado casi 6.800 infectados por Covid-19, una enfermedad que se ha cobrado en República Checa al menos 188 vidas.
