Primera entrevista de Merkel tras dejar el poder: «No me disculparé por mi política con Rusia»

Invasión de Ucrania

Primera entrevista de Merkel tras dejar el poder: «No me disculparé por mi política con Rusia»

La excanciller defiende que los intereses de Alemania implicaban encontrar un "modus vivendi" con Rusia

Angela Merkel durante su entrevista con Der Spiegel

“La diplomacia no está mal sólo porque no tenga éxito […] Así que no veo por qué debería decir que estuvo mal, y no me disculparé por ello”. Así se ha pronunciado Angela Merkel, la excanciller alemana, en su primera entrevista desde que dejó el cargo en diciembre del año pasado, la primera también en la que se le ha preguntado públicamente por su política hacia Rusia, que ha sido objeto de crecientes críticas desde que este país invadió Ucrania a finales de febrero.

“Mirando hacia atrás, me alegro de no poder acusarme de haber intentado demasiado poco para evitar que se produjera un acontecimiento así”, ha señalado Merkel en la entrevista con Alexander Osang, periodista de la revista Der Spiegel, ante un auditorio repleto en el teatro Berliner Ensemble, donde se puso de manifiesto que las críticas no le han sentado bien a la excanciller.

Merkel fue considerada durante mucho tiempo como una de las mejores líderes alemanas de la posguerra. Sin embargo, su reputación se ha visto afectada desde el estallido de la guerra de Rusia, ya que muchos en Kiev y Berlín la acusan de ser cómplice de Vladimir Putin y de priorizar los lazos económicos con Moscú sobre el apoyo a Ucrania.

Merkel, que admitió estar «deprimida» por la guerra en Ucrania, se mostró combativa y emotiva, deseosa de justificarse y rebatir lo que claramente consideraba acusaciones injustas sobre su conducta en el cargo.

EL CAMBIO A TRAVÉS DEL COMERCIO

Gran parte de las críticas se han centrado en su política de ‘Wandel durch Handel’ (el cambio a través del comercio),  que se basaba en la idea de que la profundización de los lazos económicos entre Rusia y Occidente fomentaría el cambio político en Moscú y un giro hacia el liberalismo y los valores occidentales.

Merkel ha asegurado ahora que nunca creyó en la “ilusión” de poder cambiar a Putín a través del comercio, pero si pensaba que si no podía haber una relación política estrecha entre Europa y Rusia, “entonces al menos tendría sentido tener una relación comercial, porque no se puede ignorar al otro completamente”.

También defendió su insistencia en mantener siempre abiertos los canales de comunicación con Putin. «Rusia es la segunda potencia nuclear del mundo», aseguró. «No puedo fingir que no existe», añadió.

«Los intereses del país que goberné significan encontrar un modus vivendi con Rusia, en el que no estemos en guerra, sino que podamos intentar coexistir de alguna manera, a pesar de todas nuestras diferencias», dijo, entre cálidos aplausos.

 

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