El último en unirse al zoo de las chorradicas es el párroco de Punxin que tiene a las mujeres por adúlteras, otro hace poco en Jaén las tuvo como responsables de sus palizas. El último que coja el numerito por favor y que se ponga en la cola porque hay multitud. Se trata de una sala grande llena de párrocos charlatanes que carecen de grandes conocimientos teológicos, ni idea de quién fue Hemri De Lubalac, pero cogen el púlpito y se creen la reencarnación de la verdad viva. Son objeto de lástima porque influyen allá hasta donde suena su micrófono cutre pero hay que darles un toque de atención porque sus pensamientos son de los tiempos de sotana y alza cuellos.
El último en unirse al zoo de las chorradicas es el párroco de Punxin que tiene a las mujeres por adúlteras, otro hace poco en Jaén las tuvo como responsables de sus palizas. Tomados en serio es para mandarlos a tomar vientos pero a personajes así hay que tenerlos por seres extraños de opiniones equivocadas, me parece una exageración decir que tienen pensamientos propio. No, en absoluto.
Luego son obligados a corregir, hacen que se arrepientes, que no querían decir lo que dijeron. Tontos son un rato, o mucho rato, o una barbaridad de rato. Pero no tienen enmienda, no la pueden tener porque su “pensamiento” es hueco e influye en su entorno, nunca en todos los católicos que no están obligados a seguir su doctrina. Dudo mucho que en Roma sepan de ellos, o que se discutan sus ideas. Bobos de carril.
Y creo que les he dedicado demasiado tiempo. Tratemos de olvidarlos, con su amén se queden.
