No pasa nada

Opinión

No pasa nada

No habrá juegos olímpicos en Madrid en 2016, como parecía (parecía, reitero) que todos, catalanes incluidos, estábamos deseando. Pero no pasa nada, no pasará nada grave. Para empezar, Gallardón seguirá en su sillón gestatorio de Cibeles y, digo más, repetirá candidatura. Y los demás, seguiremos a lo nuestro, unos a intentar salir de las listas del paro cuanto antes y otros a evitar entrar a incrementarlas. Porque, ya digo, no pasa nada porque Madrid no sea sede olímpica. Yo personalmente no he visto a nadie (repito, a nadie) llorar ante el fracaso. ¡Qué va! Para mi que muchos respiraron (o ¿respiramos?) la mar de contentos ante la remota posibilidad de que se acaben de una puta vez las obras que mantienen a la ciudad patas arriba, al ambiente sumido en ruidos constantes, y al tráfico imposible entre barricadas invitando al suicidio por desesperación. Unos juegos olímpicos aunque sea a siete años visto seguro que nos habrían vuelto aún más tarumba. Así que los veremos, ¡qué suerte!, por la tele en Río de Janeiro que es ciudad que se los merece por desinhibida y carnavalera, y sin sufrir las incomodidades de padecerlos cerca. Los habitantes de Madrid ya hemos penado lo nuestro por aspirar. Primero y siempre las obras, ¡joder con las obras!, y entre tanto con el coñazo de la euforia populachera y politiquera que tanto predispuso a la frustración el viernes. Nos merecemos como nadie seguirlos desde una butaca cómoda en el salón de casa. Aquí ya tocarán, qué duda cabe, en otra ocasión. Ya verán como volvemos a las andadas cuando se hable del 2020 o del 2024, o mejor en 2060 qué importa. No pasa nada, pero nada de nada por seguir esperando sobre todo si pudiésemos, eso sí, esperar sin polvo de obras eternas empañando los cristales de nuestras ventanas, sin paisajes de grúas en el horizonte próximo y sin estruendo de hormigoneras impidiéndonos conciliar la siesta.

Más información