La gota fría

Opinión

La gota fría

Dicen los científicos que la gota fría se origina cuando el aire cálido que se sitúa al borde de mar entra en pelea con el aire frío de las nubes. Ocurre siempre por estas fechas pero nunca nos acostumbramos a las riadas que se llevan coches y neveras por delante.

En esta ocasión coincide la “galerna” con la crisis del PP valenciano. También allí han chocado las aguas tibias con el cielo gélido, de Costa a costa se puede decir, o de antiguos amigos a nuevas evidencias. La gota fría del PP se llama Camps que desoye los avisos de Rajoy y no piensa tomar decisiones contundentes. Es curioso pero por menos de lo que ha pasado en Valencia se montó una comisión interna en Madrid que presidía Dolores de Cospedal, (que antes de ser mandamás en Génova había formado parte del Gobierno al que le tocaba auditar). En cambio con la trama valenciana siempre ha habido una laxitud por parte de Génova, aún resuena ese clamor del pasado cuatro de julio en la Plaza de Toros: “¡estamos contigo, Paco!”. Lo malo no es la adhesión sino hasta qué punto Rajoy está dispuesta a mantenerla.

También dicen los expertos que la gota fría es tan llamativa como pasajera, así que habrá que esperar a que escampe para ver en qué queda todo este asunto. De momento la inversión térmica entre Valencia y Madrid es brutal, de ahí las turbulencias en la cadena de mando.

Serán impresiones personales pero a Ricardo Costa se le está arrugando el Lacoste, ya hasta el cocodrilo se teme lo peor.

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