En el Ayuntamiento de Madrid tienen más de doscientos asesores según la oposición y ninguno de ellos ha sido capaz de ver el desastre de la huelga de basuras. Estuvo lento ayer el asesor que le tenía que soplar a Wert que en Europa habían dicho que sus palabras eran “basura”, (luego lo solucionó al pasar un mensaje aclaratorio). A veces los asesores son tantos que se confunden entre ellos y todo queda en diferido y simulado que es la versión moderna del “descarallo” de toda la vida. Entonces entra en funcionamiento el director de asesores que es un tipo con batuta que coordina las diferentes áreas.
En el Ayuntamiento de Madrid tienen más de doscientos asesores según la oposición y ninguno de ellos ha sido capaz de ver el desastre de la huelga de basuras, igual es que no todos viven en Madrid o que el asesor-pensante de ese día, (el que estaba de guardia), abordó la cuestión desde un chalet en La Moraleja. Doscientos tipos pensando de manera no coordinada son un problema hasta para Ana Botella que es persona hábil en solucionar conflictos tal y como se aprecia en las calles de la capital. Y si hay basura la culpa es de los ciudadanos que no entienden lo que les quieren decir los asesores; es decir que no se los merecen porque son ciudadanos de tercera, ¡córcholis! Unos ciudadanos a la altura se habrían tragado los residuos con tal de no estropear la buena imagen de Ana Botella que aspira a la renovación en el cargo porque se lo ha dicho otro asesor muy bien relacionado con los asesores de Génova.
Y luego están los asesores que quieren encender las bombillas de Navidad para que todo luzca en su máximo esplendor. La idea podría parecer absurda o que, en realidad, cobran del enemigo pero no. Si usted se pone a pensar en cosas tontas no hay mayor chuminada que iluminar las calles convertidas en estercoleros pero eso pasa por mirar con intereses espurios porque hay artistas conceptuales a los que les gusta desparramar la basura. Eso es arte. Que sí, que lo sabe Ana Botella de buena fuente porque se lo han dicho varios asesores. No uno: varios. ¿Va a saber más un ciudadano que un asesor titulado?, ¡si ya tenemos que explicar lo obvio!
