Gibraltar: cal y arena

Opinión

Gibraltar: cal y arena

Igual imaginaba el ministro Margallo que escribiendo un artículo en el “Wall Street Journal” en el que pedía diálogo con el Reino Unido acerca de Gibraltar iba a mover cimientos, o al menos esos bloques enormes de hormigón que tiran los llanitos en la bahía de Algeciras, y ha sido que no.

Londres responde con “¡y una milk!”, tampoco cabía esperar otra respuesta de tamaños gañanes que construyeron un imperio teniendo como recaudadores a una flota de corsarios, hay comportamientos que no se pasan de un siglo a otro. Como tampoco se pasa la cara dura del alcalde de Tarifa, del PP como Margallo, que consiente que se venda arena de Valdevaqueros para construir la playa de Sandy Bay en la costa este del Peñón, asunto que ha puesto en marcha a la Fiscalía. Queda demostrado que en este sin Dios los piratas trabajan bajo distintas banderas, la española también. A ese alcalde habría que darle un premio por inoportuno, o al menos preguntarle de qué lado está.

Sorprende que con un lío internacional de tamaña magnitud y con Durao Barroso en contra de cobrar peajes en La Línea, el ministro haya tenido la pachorra de posponer su comparecencia en el Congreso hasta el 3 de septiembre, será que nada es urgente y que no querrá molestar al alto mando de la Royal Navy que nos visitará con aires de grandeza. Da la impresión de que a Margallo se le ha ido el asunto de las manos como al que se le resbala la manguera de lavar el coche en la gasolinera y salpica a los que tiene alrededor. Veremos cómo son las siguientes maniobras para sacar los dos pies del charco.

Mientras, el personaje del verano es Picardo que se ha convertido en nuestro chulito de playa que se pavonea escoltado por unos bobbys siendo él “bobito del todo”. Picardo no da la talla ni para bailarín de Georgie Dann pero a pesar de eso se ha transformado en uno de los personajes de este verano igual que el año pasado lo fue Sánchez Gordillo.

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