REO DE CINE

Opinión

REO DE CINE

Cameron Douglas no parece dispuesto a seguir los pasos de sus antecesores, el abuelo Kirk y el papá Michael… en el celuloide, quiero decir. Probó con ambos en Cosas de Familia pero parece que la ficción no le convenció. Ha optado por la realidad, viviendo su propio guión. Durante varios años Cameron, con sangre balear por cierto, se dedicó al lucrativo negocio de traficar con drogas y, según parece, en lo que respecta a la cuenta de resultados, no le fue del todo mal. Ganó dinero, mucho dinero como mayorista de metaanfetamina, una droga sintética que cuenta con abundante clientela entre los clientes de las discotecas norteamericanas. Pero todo tiene su fin, hasta para un Douglas, y ni siquiera el apellido le libró de ser investigado y seguido de cerca por la policía. Hace unos días fue detenido en un hotel del Manhattan. La noticia enseguida dio la vuelta al mundo por tratarse de quien se trataba, claro. No parecía entonces que el arresto fuese muy lejos. Todos los días son detenidas millares de personas en el mundo, y más que en ningún otro lugar en Nueva York, por trapichear con drogas Sin embargo, lo de Cameron Douglas era otra cosa; no se trata de un camello cualquiera, no. Las investigaciones revelaron que su actividad delictiva era de calibre grueso. Por eso, los expertos ya anticipan que en el juicio que le espera no van a poderle salvar ni sus oscarizados ancestros. Por el contrario, puede ser condenado incluso a cadena perpetua. Así como suena. Demasiado para un joven triunfador que acaba de cumplir treinta años. Con semejante historia nadie duda que su abuelo y su padre protagonizarían una película de éxito. Hollywood tiene ahora la palabra, aunque de momento todo está pendiente del rigor de los jueces con quienes habrá de verse muy pronto..

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