EL CANGREJOCICLISMO

Los cangrejos, siempre tan denigrados por su puñetera costumbre de avanzar hacia atrás, empiezan a sentar escuela. De hecho ya hace mucho que su magisterio es asumido por determinados políticos, intelectuales, periodistas y público en general de convicciones patrioteras y proclividad incontenible a oponerse a todo avance, progreso o modernización. Pero ahora la influencia de los cangrejos en su evolución pedagógica y siempre en su afán por ir al contrario que los demás animales, de cuatro y dos patas, está entrando de lleno en el deporte y sobre todo en el ciclismo. Alberto Contador sigue ganando tours pedaleando de frente, pero Alexander de la Huerta, aspira a hacerse famoso, e incluso a entrar en el libro de los récord, dándole a los pedales en sentido contrario. Alexander tiene 22 años, es de Basauri, en Vizcaya, se gana la vida como electricista pero su porvenir lo tiene fijado en convertirse en el campeón mundial del ciclismo para atrás, de culo, vamos. Y además, no es que pretenda ser el mejor en llano y en rectas, no; lo suyo son los puertos, las carreteras cuesta arriba, y con curvas. Para ello ha preparado su bicicleta – por cierto más vieja que la Tana, nada de un modelo reciente – de paseo. Le ha puesto un sillín en el manillar y el manillar enfrente, o sea donde debería estar el sillín, y así, pedaleando a la contra, el muchacho ya ha subido los ocho kilómetros del puerto de Orduña en una hora y ocho minutos y, lo más difícil todavía, los cinco del puerto de Urkiola en 51 minutos. A ver quien lo mejora. El problema es el tráfico. Como no hay manera de que lo corten para sus escaladas, necesita ir acompañado por otro ciclista – ese pedaleando en el sentido tradicional, o sea de frente – que le avisa de las curvas, de los coches que vienen, de los camiones que se echan encima y de los guardias de tráfico que cuando le ven no saben qué hacer. El Código de la Circulación no señala nada sobre el cangrejociclismo de montaña.