Los bienintencionados

Opinión

Los bienintencionados

Hay un cura en Lille con muy malas ideas, yo diría que un “cabronazo” pero no sé si en francés la expresión se entiende en todo su concepto. Este mosén, tan cargado de fe como de malas intenciones, reza cada noche para que a Sarkozy le de un infarto por expulsar gitanos a mansalva. Desde luego que la medida está mal pero hacer budú con el agua bendita es aún peor.

En Madrid a Tomás Gómez no le paran de salir “curas” con buenas intenciones, el último ha sido Rubalcaba que le ha dado la puntilla mediática esta mañana en la SER. Según el Ministro, Zapatero le pidió a Tomás Gómez que se quitara de en medio a toda máquina, y él resistió de manera numantina porque Trinidad Jiménez le sonaba a paracaidista, (lo que es). De aquí a las primarias queda más de un mes y ya tiene Gómez a toda la curia de Moncloa rezando para que le de un infarto, (en sentido político que es mucho peor). De esa manera queda claro ante la militancia que Gómez es un proscrito para Zapatero y que cualquiera que ose darle comida, o posada, será castigado según las ordenanzas del reino que contemplan desde la lapidación hasta el destierro.

Al menos a Sarkozy le queda el consuelo de que será Carla Bruni la que le haga el “boca a boca”, porque a Tomás Gómez igual se lo tiene que practicar Manolo Chaves y no es igual porque Chaves no sale en las películas de Woody Allen en las que todo es Asturias o Bardem, dos paisajes a elegir.

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