Ciudadanos no es un partido transparente

Mi jefe dice...

Ciudadanos no es un partido transparente

Albert Rivera, presidente de Ciudadanos

Pertenece a la nueva élite política que pretende revitalizar el panorama, pero no está muy clara la procedencia de su apoyo financiero. Pablo Iglesias ya ha enseñado los dientes a su competencia más directa. Al menos según el esquema de mi jefe, que no diferencia tanto entre izquierdas y derechas como sí entre viejos y nuevos partidos. Por eso el otro día el líder de Podemos aseguró que Ciudadanos no es el cambio, sino el recambio. O que cambie todo para que no cambie nada, en palabras de Lampedusa.

¿Tan peligrosa es la formación de Albert Rivera para el panorama político? A juzgar por las elecciones andaluzas, dice mi jefe, sí que lo es. Los comicios en la región sureña han demostrado que Ciudadanos también viene pisando fuerte, acaparando a buena parte de los descontentos que se ubican en el centro y en la derecha de este país, y a los que hasta hace dos telediarios camelaba, según ha contado varias veces el propio Iglesias, Podemos.

Eso sí, mi jefe quiere lanzar una advertencia: aunque Ciudadanos forma parte de esa nueva élite política también adolece, como los viejos partidos, de poca transparencia. Para empezar, no se termina de saber muy bien quién está detrás en lo que a financiación se refiere, y para seguir, no parece que se vaya a terminar de saber muy bien en el futuro.

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