Nuevo pensionista

Bankia

Nuevo pensionista

Miguel Blesa, el antiguo factótum de Bankia, el rey de las preferentes y de las tarjetas opacas, se incorpora al censo de los pensionistas. Miguel Blesa, el antiguo factótum de Bankia, el rey de las preferentes y de las tarjetas opacas, se incorpora al censo de los pensionistas que en España viven del exiguo subsidio que les presta la Seguridad Social después de cotizar muchos años. ¡Cómo añorará los tiempos en que la pensión mensual se la gastaba olímpicamente en una cena y debidamente multiplicada en pagar por matar a un inocente ciervo que ninguna culpa tenía de su afición por apretar el gatillo!

Al parecer Blesa está sin disponible- Tiene todos sus bienes embargados para poder seguir a sus anchas y le ha pedido al juez que lleva su sumario que por lo menos le deje cobrar la pensión, de 2.432,89 euros brutos, es decir, previo paso por las tijeras podaderas de Montoro, poco más de dos mil euros mensuales. Menos da una piedra; con tan exiguos ingresos, que bien mirado para sí quisieran muchos millones de familias españolas, podrá comer todos los días siempre y cuando renuncie al caviar en su menú.

De esta forma Miguel Blesa quizás comprenda mejor el daño que causó a muchas personas comprometiéndoles sus ahorros en el timo de las preferentes y, si no es mucho pedirle, que reconozca lo que los españoles en general estamos aportando para que el desastre a que llevó a Bankia no haya acabado en la quiebra. El Estado, que tiene diferentes varas de medir entre los ciudadanos y con tanta frecuencia se desentiende de cierre de empresas y miles de trabajadores al paro, hizo un desembolso muy notable con cargo e nuestros impuestos para evitarlo con Bankia.

Blesa al parecer está quejoso de que la fianza que le fue impuesta por el juez Andreu para no pasar las navidades en chirona no le deja para vivir, pero también tendría que recordar que ese es el precio de la libertad momentánea que usufructúa. En prisión, como quizás recuerde aún, viviría a mesa gratis, con cargo a las cotizaciones de sus compatriotas, todo hay que decirlo también. De esa carga no nos libramos.

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