Redes mafiosas

Corrupción

Redes mafiosas

Por más que desde el Gobierno se intente minimizar la corrupción existente, la realidad es que en nuestro país cada vez aparece más generalizada. Esta semana cayó en manos de la Guardia Civil una nueva red mafiosa, otra, ya no sabemos cuantas van. “Madeja” parece que es el nombre que le han dado a la operación policial para desarticularla. Todavía no se han apagado los ecos de la red Púnica ni de la Gürtel y ya tenemos otra redada de corruptos ocupando o aspirando a plaza en nuestras saturadas prisiones. De momento han sido 32 los detenidos repartidos por siete comunidades autónomas; bien podría decirse que es una red nacional, sin fronteras provinciales.

Hasta hace poco en España los corruptos actuaban por libre, a título personal. Pero en los últimos tiempos se ve que el ámbito de maniobra se les ha quedado estrecho y ahora se han organizado ya para trincar de manera organizada. Por eso acabo de escribir que es otra red mafiosa, aunque hasta donde sabemos, a delitos mayores que los económicos no se ha llegado. De momento la escuela siciliana se queda en comisiones, evasiones, etcétera, que no es poco.

Pero se puede llegar si esto sigue así, con un escándalo diario abriendo las portadas, las policías abrumadas de trabajo y los juzgados saturados a problemas más graves. También se observa que la posición de los corruptos, que estaba en cargos altos de las administraciones, de presidentes autonómicos para abajo, está descendiendo. Ahora muchos ya están en el rango de funcionarios sin tarjetas de visita ostentosas pero con capacidad para manejar concursos o cerrar contratos.

A la gente de a pie, aunque curada de espantos, aún le queda resuello para preguntarse hasta dónde vamos a llegar. Por más que desde el Gobierno se intente minimizar la corrupción existente, la realidad es que en nuestro país cada vez aparece más generalizada. Hay ya muchos centenares, o tal vez millares, de presuntos corruptos bajo investigación y, mucho me temo que haya muchos más que aún no han sido pillados. Que salgan pronto todos de su armario, aunque nos acaben revolviendo más aún las tripas.

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