Iberdrola superó las previsiones del mercado tras ganar 2.029 millones de euros en los nueve primeros meses del año, un 18,2% menos con respecto al mismo periodo del año anterior. La eléctrica atribuyó este descenso a los menores resultados extraordinarios, la caída del consumo y la evolución negativa del tipo de cambio, según explicó en un comunicado a la CNMV.
Pese al adverso entorno económico, su resultado bruto de explotación (Ebitda) alcanzó los 4.951,1 millones de euros hasta septiembre, un 0,6% superior al registrado en el mismo período del año anterior. Mientras, sus ingresos aumentaron un 11,1%, hasta los 19.785,7 millones.
En un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la eléctrica española afirma que uno de sus principales objetivos durante el período ha sido la optimización de su situación financiera que le han permitido elevar su liquidez a más de 10.500 millones de euros y mantener el rating ‘A’. En consecuencia, Iberdrola ha reducido su ratio de apalancamiento, pasando del 50,3% a principios de 2009 al 47,4% en septiembre (excluyendo el impacto del déficit de tarifa), con lo que ya ha logrado cumplir el objetivo fijado para el final del ejercicio. La deuda neta (sin el déficit tarifario) se sitúa en 26.341 millones de euros.
La compañía ha iniciado un proceso de reestructuración de su deuda para reducir la exposición a deuda bancaria y financiarse con los mercados de capitales, por lo que podría realizar algún anuncio al respecto en los próximos días o semanas, según ha señalado su director financiero, José Sainz, en un encuentro con analistas posterior a la presentación de los resultados de la eléctrica.
“Básicamente nos vamos a financiar en mercados de capitales”, ha explicado Sainz, para añadir que “en los próximos días lanzaremos temas en ese sentido”. Inmediatamente después Iberdrola ha señalado que prevé emitir alrededor de 3.000 millones de euros de deuda en 2010, según ha admitido hoy su director financiero.
Al cierre del ejercicio, la compañía prevé elevar entre un 5% y un 7% el ebitda y el beneficio neto recurrente (sin extraordinarios), como consecuencia del aumento estimado de la demanda y de la producción por la estacionalidad y la mejora de márgenes. De cara a 2010, la eléctrica espera impulsar sus resultados debido a la mejora del entorno, la estabilización de la demanda, el aumento de la capacidad instalada y las mejoras de gasto.
