Cementos Portland ha vuelto a caer presa de la especulación bursátil. Los insistentes rumores de OPA de exclusión que sin mucho fundamento y con asiduidad calientan la negociación de la compañía han otorgado alzas de hasta el 24% a la filial cementera de FCC, en pleno proceso de reestructuración.
Ante la avalancha de OPA de exclusión que atraviesa en los últimos meses el parqué madrileño, los especuladores han apuntado una vez más hacia Cementos Portland, propiedad al 70% de la constructora FCC. Una posibilidad que fuentes próximas a la compañía matriz han descartado “por completo”. No faltaban este martes los analistas que recordaban que este hipotético movimiento ha sido empleado por los inversores de perfil más cortoplacista para incrementar sus ganancias a costa de sus colegas más confiados.
El mercado parece haber dado más verosimilitud al rumor que en otras ocasiones porque FCC se encuentra, como la filial cementera, sumida en su propio plan de ajuste a las actuales estrecheces del mercado. Ayer mismo se daba a conocer que la constructora que preside Esther Alcocer Koplowitz despedirá a 222 de sus trabajadores de servicios centrales y en sólo cinco meses ha recortado 1.500 puestos de su plantilla. Portland, por su parte, ya había zanjado en los últimos meses varios expedientes de regulación de empleo en sus diferentes divisiones de negocio, además de haber trazado un ambicioso plan estratégico para adecuar su capacidad productiva a la mermada demanda actual de áridos y morteros para la construcción.
Ya a finales del año pasado, Cementos Portland atravesó varias jornadas de explosivos avances en Bolsa al calor de los supuestos planes de ‘ayuda’ que FCC habría preparado para la compañía. Meses después, desde la constructora se reafirman en su ‘Plan NewVal’ y posibilidades como un canje de acciones o la formulación de una barata OPA de exclusión parecen quedar lejos, según los expertos, del guión de la compañía.
Este martes, el gran protagonista de las compras que aupaban las acciones de Portland por encima de alguna de sus resistencias técnicas clave era Morgan Stanley. El bróker estadounidense llegaba a copar un 34,5% de las operaciones del lado comprador de la ventanilla inversora. Se hacía con nada menos que 104.879 acciones de la cementera, cuando su media anual de una sesión completa apenas rebasa los 32.000 títulos. El segundo en compras, Mercavalor, sólo participaba en un 19,6% de las mismas: 53.860 acciones.
La superación de los 5,33 euros por acción -de los que ayer se quedaba a las puertas-, los 5,72 unitarios y después los 6,00 euros animaba la toma de posiciones oportunistas en el valor a la espera de que pueda mantener su reciente racha alcista por unas sesiones más.
