Las eléctricas se descalabran en Bolsa tras una reforma energética en la que se llevan la peor parte

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Las eléctricas se descalabran en Bolsa tras una reforma energética en la que se llevan la peor parte

La reforma energética ha caído como plomo fundido sobre las cotizadas del sector. Los peores miedos de los inversores se han confirmado y serán las eléctricas las que asuman una mayor parte de los costes necesarios para acabar con el déficit de tarifa. Algunos de los grandes nombres de la energía española han llegado a perder cerca de un 9% en esta bajista sesión de viernes.

A escasos minutos para el cierre de sesión, Acciona se convertía en la más castigada de todo el Mercado Continuo español con caídas del 8,7%, una cifra que únicamente rebasaba la maltrecha Prisa (-11%). Al efecto propio de la reforma se suman las dificultades que ahora podría encontrar para llevar a cabo su prometida desinversión en su negocio energético, en el que pretendía dar entrada a nuevos socios para desapalancar balance. Junto a ella, la mayor parte de sus compañeras de sector se hacinaban en la parte baja de la tabla de revalorizaciones de la Bolsa española tras conocerse que la mayor parte del montante necesario para acabar con el problema del déficit de tarifa saldrá de sus cuentas de resultados.

El Estado finalmente sólo asumirá 900 millones de los casi 2.000 que el mercado le atribuía en su afán por acabar con la diferencia entre lo que cuesta producir energía y lo que el usuario final paga por ella. Un golpe de efecto que se ha saldado en que Red Eléctrica (-8%), Gas Natural Fenosa (-7,9%), Enagás (-6,3%), Gamesa (-5,6%), Endesa (-4,5%) e Iberdrola (-3,9%) sufrieran el brusco castigo del paso por caja de una marabunta de inversores que respondían a la llamada común de varias casas de análisis: fuera del sector.

En este sentido, Natalia Aguirre, analista jefe de Renta 4, considera que la postura más cómoda hoy por hoy es mantenerse al margen del sector a la espera de ver cómo se concretan los cambios avanzados este viernes por el ministro José Manuel Soria. Por lo pronto, la experta anuncia que los primeros cálculos hablan ya de un impacto de hasta el 20% en los ingresos de distribución de algunas compañías eléctricas. Un recorte que, sin duda, repercutirá en sus cuentas finales de resultados y, a la postre, en sus previsiones globales de negocio para cierre de ejercicio.

Desde los mostradores de Renta 4 calculan que el impacto sobre el sector será el doble del esperado por el consenso de mercado. Un revés que en buena medida, según Aguirre, justifica el consecuente varapalo bursátil alimentado por negativas cifras macro en EEUU y rumores sobre una hipotética rebaja de ‘rating’ a Francia. Una opinión con la que se muestran de acuerdo también los expertos de Ahorro Corporación Financiera, que ya a primera hora de la mañana alertaban del efecto que supondría que el Estado tan sólo asumiera los 900 millones de euros finalmente confirmados.

Las críticas del bróker de las antiguas cajas de ahorros españolas no terminan ahí. Los de Ahorro también se fijan en que “la visibilidad de acabar con el déficit de tarifa no parece aumentar”. En otras palabras, dudan de que el objetivo de fondo de una reforma energética que se ha retrasado más de un año desde sus primeros coletazos pueda conseguirse. En un informe al respecto, los expertos comentan que se “hace muy improbable que se alcance el objetivo de neutralización” perseguido.

A pesar de que ya se ha anunciado que en agosto subirá el recibo de la luz un 3,2%, el incremento no será suficiente para compensar el grueso del cambio normativo. Los foros de inversión de la Red ardían en comentarios en contra de una reforma que ha sido “mucho más agresiva de lo que se esperaba”. Algunos gestores de carteras comentaban que, una vez más, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha impuesto su criterio sobre el de Energía, José Manuel Soria, que pretendía cargar una mayor partida de la reforma sobre los Presupuestos Generales del Estado.

El sacrosanto déficit público parece haber inclinado la balanza en contra de las compañías del sector. Mientras tanto, la patronal del sector eléctrico (Unesa) se ha apresurado a aseverar que la nueva norma “les obliga a una drástica reducción de empleo y a replantearse sus inversiones en España”. Por si quedaban dudas sobre el efecto de la reforma en el sector, desde la agrupación empresarial han dejado claro su “total desacuerdo” con las medidas que finalmente se han trazado para poner fin a un déficit de tarifa a costa de unos 2.7000 millones de euros a sus cuentas de negocio.

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