El consumo energético de 4 millones de hogares podría venir del mar en diez años

Eólica marina

El consumo energético de 4 millones de hogares podría venir del mar en diez años

MITECO está desarrollando una Hoja de Ruta para el desarrollo de este tipo de generadores en el país

Molino de viento

Los molinos eólicos tienen un nuevo emplazamiento: el mar. Ahora, además, de ver esta fuente de energías renovables a lo largo de la superficie de España, es probable que se comiencen a asentar en alta mar, ya que el Ministerio para la Transición ecológica y el reto demográfico está desarrollando una hoja de ruta para el desarrollo de la eólica marina y las energías del mar.

Desde el Ministerio consideran que este futuro desarrollo está amparado por el avance tecnológico que ha experimentado en los últimos años los molinos de viento offshore. Esto facilitaría la instalación de estos dispositivos en lugares más alejados de la costa, que antes eran inviables, técnicamente y económicamente.

Además, valoran que la implantación de este tipo de energía renovable en el país podría reforzar la industria eólica española, que ya cuenta con una base sólida de empresas nacionales que podrían dedicarse a la fabricación e instalación de estos generadores.

“Habrá instalación de parques eólicos marinos en España en el futuro”, valoran desde la Asociación Empresarial Eólica, quienes consideran que la legislación española en ese sentido está desfasada. “Pero el Gobierno está trabajando en una estrategia para el desarrollo de la eólica marina en nuestro país, y en unos planes de ordenación del espacio marino que cuando estén finalizados permitirán la instalación de parques eólicos marinos en nuestro litoral”, explican.

El recurso eólico que existe en el mar es mayor que en tierra, al ubicarse mar adentro el impacto visual y acústico es muy pequeño, por lo que se pueden aprovechar superficies muy extensas. Gracias a esto, los parques eólicos marinos suelen tener varios cientos de megavatios de capacidad instalada

Desde la Asociación prevén que para 2030 sería viable disponer de “entre 2.000 y 3.000 MW en nuestras costas”. “En España a día de hoy no hay energía procedente de parques eólicos marinos porque no hay ninguno instalado, pero en el futuro si se llegaran a instalar los 3.000 MW que indicábamos, generarían la electricidad equivalente al consumo de 4 millones de hogares”, comentan.

Iberdrola es uno de los mayores desarrolladores de esta tecnología del mundo. La compañía española cuanta en la actualidad con tres parques eólicos marinos: West of Duddon Sands en el mar de Irlanda; Wikinfer en el báltico; y East Anglia One en Reino Unido. Sin embargo, todavía no han podido instalar sus generadores en las costas españolas porque técnicamente todavía no lo permiten sus aguas.

Para ellos, estos molinos suponen una ventaja sobre los terrestres, ya que al no tener limitaciones respecto a la carga y las dimensiones, han hecho posible que en el mar los aerogeneradores alcancen potencias y tamaños mucho mayores que en tierra.

“El recurso eólico que existe en el mar es mayor que en tierra – hasta el doble que en un parque terrestre medio – al ubicarse mar adentro, el impacto visual y acústico es muy pequeño, por lo que se pueden aprovechar superficies muy extensas. Gracias a esto, los parques eólicos marinos suelen tener varios cientos de megavatios de capacidad instalada”, añaden desde Iberdrola.

Un proyecto piloto en España

La empresa pública BiMEP, dependiente del Gobierno Vasco y con la participación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha firmado un acuerdo con la empresa SAITEC para desarrollar un proyecto piloto, por el cual instalarían una plataforma flotante con un aerogenerador marino de 2 MW que recibirá el nombre de DemoSATH en las costas nacionales.

El aerogenerador constará de una cimentación flotante de hormigón y de una potencia de 2 MW que se situará sobre una plataforma de 30×64 metros. El lugar elegido para su colocación ha sido a dos millas de la costa vasca frente al puerto de Armintza en una zona de 85 metros de profundidad.

Para el desarrollo de este prototipo se ha contado con la ayuda de casi dos millones de euros provenientes de fondos europeos bajo el programa HORIZON 2020. Además del apoyo financiero de la Agencia Vasca de Desarrollo Empresarial y del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial, centro adscrito al Ministerio de Ciencia e Innovación.

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