La Habana bajo toque de queda

Desde el malecón

La Habana bajo toque de queda

“No supimos cuidar el esfuerzo realizado”, ha dicho críticamente el doctor Francisco Durán, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública.

Cuba La Habana capitolio

A partir de este uno de septiembre la capital cubana estará bajo una mezcla de ingredientes de los que conforman un toque de queda y un estado de sitio. El rebrote de la Covid-19 en casi todos los 15 municipios que la integran ha provocado que las autoridades de la provincia, con el beneplácito del presidente, cierren el acceso de entrada y salida a la ciudad y prohíban el movimiento de personas y vehículos entre las siete de la noche y las cinco de la mañana, así como la prohibición de organizar fiestas y reuniones en lugares públicos.

Los últimos datos ofrecidos esta vez por su gobernador, Reinaldo García Zapata, no pueden ser más elocuentes: seis eventos abiertos (más de diez personas contagiadas) y 153 focos (menos de diez reportados positivos).

“No supimos cuidar el esfuerzo realizado”, ha dicho críticamente el doctor Francisco Durán, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, y recalcar también que la ciudad “tiene una elevada complejidad” en que el virus campea por su respeto muy a pesar del empeño en controlarlo.

El amplio paquete de medidas contempla mayor severidad con los infractores de las disposiciones sanitarias vigentes, así como la imposición de multas entre 2 000 (unos cien euros) y 3 000 pesos cubanos (150 euros), cifra que muy pocos ciudadanos de a pie pueden disponer para abonar en un término de diez días que luego se duplicaría.

Además de cumpleaños, celebraciones, tumultos ante el tv laboral para ver el fútbol internacional y otras convocatorias de motivos afro religiosos y evangélicos, las filas o colas en los establecimientos comerciales y de expendio de alimentos, sus responsables no han logrado todavía una organización tal que permita la no aglomeración de personas y guardar las distancias requeridas.

Estas y otras medidas serán objeto de minucioso control durante 15 días. Mientras tanto, prosigue el proceso de vacunación en voluntarios ahora con un segundo candidato vacunal que de momento ha dado resultados alentadores según los científicos que los elaboran.

Por primera vez en su historia, la Habana es una ciudad cerrada, silente y asediada por un virus invisible.

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