La ONU dice que el coronavirus podría tener «un impacto devastador» en Siria y pide la retirada de las sanciones

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La ONU dice que el coronavirus podría tener «un impacto devastador» en Siria y pide la retirada de las sanciones

Lowcock recuerda que "más de la mitad de la población se ha visto forzada a huir de sus viviendas".

El vice secretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock

Naciones Unidas ha alertado este lunes de que el coronavirus «tiene el potencial de tener un impacto devastador» en Siria y ha hecho un llamamiento a favor de una retirada de las sanciones contra el país.

Así, el vice secretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock, ha indicado que «los servicios sanitarios son extremadamente frágiles» en el país, donde «sólo cerca de la mitad» de los hospitales y centros de salud estaban totalmente operativos a finales de 2019.

Lowcock ha resaltado que la ONU ha reforzado sus sistemas de vigilancia y alerta temprana y ha desarrollado planes para la futura entrega de equipamiento y suministros de cara a una posible crisis a gran escala.

Sin embargo, ha alertado de que estos esfuerzos «se ven impedidos por el frágil sistema sanitario, los elevados niveles de desplazamiento de población y los desafíos a la hora de obtener suministros fundamentales, incluido el material de protección y ventiladores».

Asimismo, ha apuntado a las «dificultades prácticas» a la hora de aplicar el aislamiento y las medidas de protección en las zonas en las que hay numerosos desplazados como otro de los desafíos ante la pandemia.

Lowcock ha sostenido además que las sanciones podrían socavar la capacidad de respuesta del país y ha agregado que, si bien por el momento sólo se han registrado diez casos y un fallecido, esto es «la punta del iceberg».

«La pandemia ya está limitando aún más nuestra capacidad de acceder a las comunidades afectadas», ha destacado, al tiempo que ha reconocido que «los cierres de aeropuertos y fronteras» se suman a las dificultades a las que hace frente el personal humanitario.

En este sentido, ha destacado que «si bien la respuesta frente al coronavirus requiere restricciones al movimiento, es importante que se facilite el traslado de trabajadores humanitarios y suministros y que se permitan las evacuaciones por motivos médicos».

Lowcock, quien se ha sumado a los llamamientos a un alto el fuego en todo el país, ha hecho hincapié en que «está claro que la crisis sólo puede ser superada con una respuesta realmente global».

De esta forma, ha dado las gracias a los donantes internacionales y les ha pedido «que hagan más» para hacer frente al posible impacto de la pandemia en el país asiático.

«ENORMES NECESIDADES» EN IDLIB

Por otra parte, Lowcock ha destacado que ha habido «un descenso significativo de la violencia» en la provincia de Idlib tras el alto el fuego pactado el 5 de marzo entre Rusia y Turquía.

El alto el fuego fue pactado después de una intensificación de los combates en Idlib, que derivaron en enfrentamientos directos entre los ejércitos de Turquía, que apoya a los grupos rebeldes de la zona, y Siria.

Pese a ello, Lowcock ha manifestado que «las necesidades humanitarias siguen siendo enormes» y ha apuntado a «un deterioro de las condiciones desde diciembre».

«Estamos viendo un aumento de las tasas de atrofias en el crecimiento, una consecuencia de la desnutrición infantil, de las que es difícilmente posible una recuperación total», ha lamentado.

Así, ha detallado que «casi tres de cada diez niños menores de cinco años desplazados en el noroeste de Siria sufren atrofia». «Vivirán con las consecuencias de ello durante el resto de sus vidas», ha señalado.

Lowcock ha recalcado además que durante la visita de una misión de la ONU a principios de marzo se pudo ver que «la gente tiene miedo, las necesidades son vastas y complejas, los trabajadores humanitarios trabajan incansablemente en unas condiciones casi imposibles y la capacidad de respuesta está sobrepasada».

En este sentido, ha detallado que «la superpoblación está forzando a algunas familias a hacer turnos para dormir al raso» y ha agregado que «hay un gran número de niños muy pequeños entre los desplazados».

Asimismo, ha dicho que a la misión se le trasladó que «los matrimonios infantiles, el trabajo infantil, el reclutamiento de niños soldado y la violencia doméstica están en aumento».

«EVITAR LA MISMA CARNICERÍA»

Lowcock ha recordado además que la guerra en Siria ha entrado ya en su décimo año y ha incidido en que «no se puede permitir que derive en la misma carnicería, el mismo desprecio a los Derechos Humanos y la misma crueldad».

«Más de la mitad de la población se ha visto forzada a huir de sus viviendas. Más de once millones de personas dentro de Siria necesitan ayuda humanitaria, incluidos cerca de cinco millones de niños», ha relatado.

«Cerca de ocho millones de personas no tienen un acceso seguro a la comida. Este número ha aumentado más del 20 por ciento desde el año pasado. Medio millón de niños están en desnutrición crónica», ha enumerado.

Así, Lowcock ha advertido de que «cada vez es más difícil» para la población de todo el país «llegar a fin de mes» debido a la crisis económica provocada por la guerra y la situación en la región.

Esta situación ha llevado a un aumento de los precios de los productos básicos, incluidos el pan y el combustible, y ha reducido la capacidad adquisitiva de los ciudadanos del país. «La situación económica se verá también afectada por las medidas adoptadas contra el coronavirus», ha remachado.

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