Una Copa Davis «con alma», pero también con sombras

Copa Davis

Una Copa Davis «con alma», pero también con sombras

"En líneas generales, el evento ha sido un éxito", aseguró este domingo, Gerard Piqué.

Gerard Piqué

La nueva Copa Davis en formato mundial del tenis cierra este domingo sus puertas con la gran final entre España y Canadá, tras una semana «muy positiva», que deja algunas correcciones pendientes para próximas ediciones.

«En líneas generales, el evento ha sido un éxito», aseguró este domingo, Gerard Piqué, cuya sociedad de inversión Kosmos, promovió la reforma de la más que centenaria Copa junto a la Federación Internacional de Tenis (ITF).

«Me quedo con el alma del torneo», añadió, remitiendo las emociones vividas durante la semana como las lágrimas del equipo serbio y Novak Djokovic al ser eliminados o la gran alegría del equipo español el sábado al clasificarse para la final.

«Esas emociones, son cosas que no se ven ni siquiera en un Grand Slam», considera Piqué, quien, no obstante, tampoco oculta que ha habido algunos problemas a solucionar en la edición de 2020.

‘Dificultades’

«Es la primera vez que manejamos un evento de estas características, sabíamos que íbamos a tener dificultades», afirmó.

Por primera vez, 18 equipos jugaron en una semana una fase de grupos, de la que salieron los ocho equipos que jugaron a eliminación directa desde los cuartos de final hasta llegar la finalísima.

Con tantos equipos jugando a tres partidos (dos simples y uno doble, este obligatorio en la fase de grupos), los problemas de tiempo eran inevitables, llegando algunos partidos a acabar a altas horas de la madrugada.

La palma se la llevó el partido de dobles en la eliminatoria entre Estados Unidos e Italia (2-1), que terminó pasadas las 3h00 GMT del jueves pese a que era intrascendente.

«El tema de los horarios es algo en lo que vamos a trabajar para que en el futuro sea mejor», dijo Piqué, adelantando distintas posibilidades como añadir una cancha más a las tres que se utilizaron en la Caja Mágica o recortar el tiempo entre partidos.

«Tenemos que ser más creativos», dijo Piqué, que alega la dificultad de agregar días a la competición en un cargado calendario tenístico que apenas deja fechas libres y es un hándicap a la hora de atraerse a la grandes raquetas.

«Uno de los mayores retos que encaramos es el calendario, estamos muy abiertos a hablar con la ATP (que gestiona el circuito profesional)», dijo este domingo el presidente de la ITF, David Haggerty.

La Copa Davis reformada tiene ahora, además, que competir con la ATP Cup, nueva competición por equipos, que comenzará en enero y viene a cargar aún más el calendario.

Un solo camino

«Mi opinión personal es que no queda otro camino que tener una sola y gran competición» por equipos, advertía esta semana el número uno del mundo, Rafa Nadal, llamando a la ATP y la ITF a colaborar.

Su opinión es compartida por el serbio Novak Djokovic, presente esta semana en Madrid pese a sus reticencias iniciales con la reforma de la más que centenaria Copa Davis.

«Desde el día uno hemos dicho (ITF y Kosmos) que queremos llegar a un acuerdo (con la ATP), no tiene sentido tener dos competiciones separadas», dijo este domingo Piqué.

El futbolista del Barcelona, aficionado confeso al tenis, expresó su esperanza de poder negociar y anunciar alguna decisión «en los próximos meses».

Pero si los horarios fueron una de las principales dificultades de esta nueva edición de la Copa Davis, no le fue a la zaga la falta de público en algunos partidos.

«Hay que tener en cuenta que es el primer año del nuevo formato, mucha gente no sabía qué esperar, había mucha gente que estaba expectante», consideró Piqué.

«Ahora la gente sabe lo que es la Copa Davis y el ambiente que podemos crear, estoy seguro de que para el año que viene mejoraremos mucho (en cuanto a público)».

Pero, mientras, con sus luces y sus sombras, «la Copa Davis ha sido un éxito y nos da una plataforma para seguir construyendo», concluyó el presidente de la ITF, David Haggerty.

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