La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha reconocido que una de las primeras sorpresas negativas que se encontró sobre la mesa al asumir la cartera es que “no tenemos presupuestos ni competencias” en asuntos como los alquileres de viviendas turísticas, pero se ha comprometido a “sentarse a hablar” con los gobiernos autonómicos para intentar establecer una “hoja de ruta”.
“Nos estamos encontrando con un batiburrillo de decretos que las comunidades autónomas están aprobando”, ha señalado Maroto durante su intervención en el tradicional Seminario Financiero organizado por la APIE y patrocinado por BBVA en la UIMP de Santander. En ese sentido, ha hecho un llamamiento a “sentarnos a hablar” para tener al menos “un mismo campo de juego”. El Ministerio celebrará reuniones con los diferentes ejecutivos autonómicos para establecer una “hoja de ruta” sobre el tema.
Preguntada sobre la posibilidad de que el Gobierno derogue la reforma laboral o simplemente impulse algunos cambios en la misma, la ministra se ha mostrado conciliadora. “El Gobierno no viene a derogar todas las leyes”, ha defendido, sino que “queremos dar tranquilidad al país”. Por ello, “estamos analizando las propuestas que nos ha dejado sobre la mesa el anterior Gobierno”.
Maroto ha sido preguntada también por la propuesta que el hoy presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, realizó en enero de impulsar un impuesto a la banca para ayudar a financiar las pensiones públicas. La ministra, que ha recordado la situación de déficit en la que se encuentra la Seguridad Social, considera que “es en el Pacto de Toledo donde se tiene que debatir” las medidas para lograr la “sostenibilidad del modelo”, que a día de hoy tiene un problema de ingresos.
En ese sentido, el impuesto a la banca es una de las propuestas sobre la mesa, al igual que el impuesto a las tecnológicas “que Montoro se sacó de la chistera” para aprobar la subida de las pensiones incluida en los presupuestos de 2018. “Buscaremos consensos”, ha prometido la ministra.
