Ricardo Costa: «Es cierto que el PP se financiaba con dinero negro»

Gürtel

Ricardo Costa: «Es cierto que el PP se financiaba con dinero negro»

El exnúmero dos del PP valenciano admite que las campañas se pagaban con dinero de empresarios que tenían adjudicaciones públicas del Gobierno de Valencia y responsabiliza a Francisco Camps.

Ricardo Costa y Francisco Camps

Rápida y concisa. Así ha sido la confesión de Ricardo Costa, exsecretario general del PP valenciano durante los mandatos de Francisco Camps, expresidente de la región valenciana. “Es cierto que el PP se financiaba con dinero negro en la campaña electoral del 2007”, ha admitido.

Según ha declarado este martes Ricardo Costa en la Audiencia Nacional, los actos de las campañas del PP se pagaban “de dos formas: en primer lugar con la subvención electoral que todos los partidos con representación en las Cortes recibían en función de sus votos y escaños en las pasadas elecciones, y en el caso del PP, con aportaciones en efectivo de empresarios que tenían adjudicaciones con el Gobierno valenciano».

Ha reconocido que lo sabía y que no actuó al respecto: “Yo me entero de esto en 2005, y cuando me enteré de que el PP se financia con dinero negro no hice nada por impedirlo y estoy dispuesto a asumir la responsabilidad que esto conlleva”.

Además de reconocer ese sistema de financiación ilegal del PP en las elecciones autonómicas y municipales de 2007, Costa responsabiliza a Camps: “Las decisiones más importantes las tomaba en esa campaña Camps. Él era el presidente del PP y además el candidato”.

Según Costa, el esquema ya estaba preconcebido cuando él tuvo conocimiento: “No me extrañó, pero no era el procedimiento establecido”. Ha afirmado que “ningún órgano del partido aprobó” que Orange Market, la empresa de los cabecillas de la trama Gürtel, fuese la responsable de la realización de la campaña autonómica de los populares valencianos de 2007: “Es más, cada acto tenía un coste y en función de ello los responsables de Orange Market harían su ajuste de cuentas y el importe total se supo al final”.

La mano derecha de Camps no ha dudado en destripar el funcionamiento de la trama en Valencia y sumarse a las confesiones de nueve empresarios y de los tres cabecillas de la red corrupta: Francisco Correa, Pablo Crespo y Álvaro Pérez ‘El Bigotes’.

Todos ellos negociaron con la Fiscalía reconocer los hechos y asumir las acusaciones del Ministerio Publico a cambio de rebajas en las peticiones de penas de prisión, y la computación por multas en el caso de los empresarios.

En su declaración inicial y antes de responder a las preguntas de las partes, Costa ha sido contundente al admitir que él mismo aceptó “ir a recoger el dinero y mandar a gente a recoger el dinero” de los empresarios, con el que luego se pagaría a las empresas de la trama por los actos de campaña que preparaban para el PP.

“Yo lo supe y omití mi obligación de denunciarlo”, ha confesado, antes de manifestar su “arrepentimiento” y de pedir perdón a la sociedad valenciana y a su familia. Ha reconocido que él personalmente entregó dinero a Pablo Crespo, antiguo cargo del PP gallego y más tarde empresario de Orange Market, en la sede del PP valenciano. “Con lo cual quedó saldada la deuda en las elecciones autonómicas”, ha narrado, refiríendose a tres grandes donaciones de empresarios: 150.000 euros aportados por la constructora Rover Alcisa, 15.000 euros pagados por la constructora Secopsa y otros 350.000 euros aportados ilegalmente al PP por el empresario Enrique Ortiz, dueño del grupo contratista de obras del mismo nombre.

El exsecretario popular ha asegurado que en las elecciones generales de 2008 el sistema de financiación de las campañas del PP en Valencia siguió un “sistema exactamente idéntico al de las autonómicas”.

Camps era un “compulsivo” de los actos del PP

En el caso de las elecciones generales de 2008, Ricardo Costa ha asegurado que cuando los actos de los candidatos centrales giraba por la Comunidad Valenciana, “hubo peticiones expresas de Camps para complementar los actos que organizaba Génova”. Se ha referido a al menos dos actos con el PP nacional con la presencia de Mariano Rajoy, que en 2007 iba a los actos en calidad de prsidente del PP y en 2008 campaña encaraba su segundo intento fallido a presidir el Gobierno.

Ante el juez de la Audiencia Nacional José María Vázquez Honrubia ha recordado actos de Rajoy en la plaza de toros de Valencia y ha asegurado que, aunque fueron actos organizados y abonados por el PP nacional, la parte complementaria que según Costa pedía Camps, se pagó con dinero negro de empresarios con adjudicaciones públicas.

“Génova organizaba el sitio, financiaba su empresa, montaba el diseño, escenario, y entonces Camps solicitaba una serie de complementos. Por ejemplo fuegos artificiales, alguna pantalla adicional, un animador, banda de música”. Todo esa fastuosa organización corría a cargo de la trama corrupta: “Me consta que ese dinero, unos 30.000 euros en la campaña del 2007 y algo más, unos 90.000 en 2008, se pagó con dinero opaco al fisco o cono facturación girada a empresarios».

A las primeras preguntas del fiscal, Costa se ha referido a la “compulsividad de Camps para organizar actos”: “Sí, es que es una persona un poco especial”.

Con tono crítico, ha recordado que el PP valenciano podía montar dos o tres actos cada semana: “Si en un mes se habían hecho 15 actos, o me hacían 15 facturas o hacía algo permisible, que era englobar todos en una factura que establecía servicios prestados al PP”, ha explicado al Ministerio Público, que preguntaba sobre la existencia de facturas sin detalles de la prestación de servicios.

Pero ha aclarado que su equipo no pagaba a las empresas de la Gürtel ningún cargo sin comprobar antes de qué servicio procedía: ¿Eso quiere decir que nosotros no chequeábamos el importe que se nos pedía? Garantizo que yo, Cristina Ibáñez y David Serra (también altos cargos del PPCV), si teníamos que firmar un talón, no lo firmábamos si no sabíamos a qué acto concreto se refería”.

A las preguntas de las defensas, Costa ha asegurado que no obtuvo ningún rédito económico particular por su participación en la trama corrupta.

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