Las cargas policiales dejan 893 heridos

Cataluña

Las cargas policiales dejan 893 heridos

La contundencia policial ante personas indefensas debilita la imagen Gobierno. Centenares de heridos, repercusión internacional y la mayoría de los colegios electorales siguen funcionando.

    Ambulancia referéndum catalán

    El Gobierno quería evitar la fotografía de miles de personas votando en un referéndum ilegal. Para ello, el Estado ha empleado todas sus armas de tal manera que no solo no ha impedido ese retrato, sino que ha añadido otro más. Centenares de personas heridas fruto de la contundencia policial empleada en distintas partes de Cataluña.

    A primera hora de este lunes hay al menos 893 personas heridas, dos de ellas graves, en las “cargas policiales” que han llevado a cabo agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil en los incidentes que se han registrado este domingo 1 de octubre en diversas localidades de Cataluña a la hora de requisar urnas y papeletas.

    Son datos difundidos por el departamento de Salud de la Generalitat, que denuncia la «violencia policial» empleada por el Estado para impedir el referéndum. Una actuación que no ha conseguido evitar que miles de personas hayan votado en la consulta (han cerrado cerca de 100 colegios de los 2.315 habilitados).

    De hecho, son muchas las que aseguran haber acudido a un centro de votación después de observar por televisión las cargas policiales.

    La actuación de las fuerzas de seguridad del Estado choca radicalmente con la que están teniendo los Mossos d’Esquadra, que en varios vídeos se les ha llegado a ver posicionarse del lado de los votantes frente a la Guardia Civil. De hecho, en uno de ellos se puede observar cómo un agente de la Benemérita empuja levemente a otro de la policía autonómica.

    Policía Nacional y Guardia Civil, a través del Ministerio del Interior, consideran que los Mossos no han hecho lo suficiente para cumplir la legalidad y que se han puesto de perfil a la hora de evitar el referéndum. Por otro lado, Interior ha anunciado que los disturbios ha dejado heridos en las filas de las Fuerzas de Seguridad del Estado.

    “Por ahora y en total, nueve agentes de Policía y dos de la Guardia Civil han resultado heridos cuando cumplían las órdenes de la juez”, ha afirmado el departamento de Juan Ignacio Zoido en las redes sociales, después de que “encapuchados” lanzaran objetos a los agentes en Barcelona.

    La Generalitat y el Gobierno, en su escalada de tensión, se han culpado mutuamente de la violencia vivida en las calles. El Govern acusa a la Policía y Guardia Civil de haberse saltado el acuerdo alcanzado en la Junta de Seguridad, que indicaba que eran los Mossos quienes solicitarían, en caso de necesitarlo, la ayuda de estos Cuerpos.

    El conseller de Presidència y portavoz del Govern, Jordi Turull, asegura que Policía y Guardia Civil han decidido por su cuenta, algo que Interior niega, al mismo tiempo que acusa a los Mossos de no cumplir las órdenes judiciales.

    Lo que es innegable, si uno observa las portadas de los principales diarios del mundo, es que la actuación policial es la postal de una jornada que deja la sociedad catalana – y española – algo más fracturada que ayer.

    La condena de los primeros ministros de Escocia y Bélgica, así como la del expresidente del Parlamento Europeo y líder de los socialdemócratas alemanes, Martin Schulz, revela que la estrategia policial ha sido más eficaz para la cuestión catalana que los contactos fútiles de Raül Romeva, responsable de los Asuntos Exteriores del Govern.

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