Los motivos de los antidisturbios de Gallardón para ‘acosar’ al concejal de Carmena

Madrid

Los motivos de los antidisturbios de Gallardón para ‘acosar’ al concejal de Carmena

Javier Barbero, concejal de Salud, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid

El desacuerdo sobre cómo distribuir la plantilla y sus funciones explica las quejas de los policías, que no sufren pérdidas salariales con la extinción de las UCEs. El sindicato mayoritario de la policía municipal de Madrid es el Colectivo Profesional de Policía Municipal (CPPM), y sus afiliados disienten de la gestión del cuerpo del concejal de Salud Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, a pesar de entender que “las Unidades Integrales de Distrito están esquilmadas”. El principal reclamo del colectivo, una parte del cual protagonizó ayer una polémica manifestación que acabó persiguiendo e insultando al edil, es “la falta de diálogo” del equipo liderado por Manuela Carmena.

Pero ese reclamo esconde un profundo desacuerdo sobre cómo deben organizarse los efectivos, más allá de los perjuicios laborales de los cambios. Julián Leal, portavoz del sindicato, reconoce que la eliminación de una de las UCEs (conocidas como el cuerpo antidisturbios de la policía local) no genera ningún perjuicio salarial ni de pérdida de puestos de trabajo entre los policías que pasan a otras labores. El mayor quebranto para ellos es el cambio de destino “de un día para otro” y cambios de turno en ciertos casos. Modificaciones que deben hacerse, según el sindicato “con mimo y cariño”, actitud que echan de menos en el equipo de Barbero.

El sindicato admite que el cuerpo municipal necesita más efectivos, agotada tras “900 jubilaciones” durante los últimos años, con una “plantilla envejecida, con 1.200 efectivos mayores de 55 años” que no cubren labores en el terreno. En este sentido, entiende que las unidades destinadas a las labores comunes en los distritos necesitan refuerzos, pero critica que el Ayuntamiento elimine otras secciones para conseguirlos. “Debe convocar nuevas plazas”, insiste el portavoz, algo que aún no ha anunciado el área. No obstante, y contando con la actual plantilla, los policías municipales que ayer hostigaron al concejal rechazan algunas grandes decisiones de Barbero:

Las jornadas de verano

La plantilla municipal aún no ha percibido los 600 euros que pactó con el Ayuntamiento para compensar la jornada de verano no disfrutada por los policías. Esta jornada permite a los efectivos trabajar una hora menos en los meses de junio, julio y agosto, y fue eliminada en 2012 bajo el Gobierno de Ana Botella.

Sin embargo, Ahora Madrid se comprometió a compensar a los policías por esos cinco días de trabajo a los que equivale la reducción de horas con 600 euros. Se anunció diciembre como mes de cobro, pero los policías aún no ha percibido ese plus. “En la última reunión Barbero dijo que tenía voluntad de pagarlo”, sostiene el sindicato, que critica que ese no es el compromiso que esperaban los afiliados.

La eliminación de policías de paisano

Los Grupos de Apoyo Zonales (GAZ) son los efectivos que patrullan de paisano y cuyo trabajo, según el portavoz, ha obtenido “resultados brillantes” hasta que el nuevo consistorio los eliminó “de un plumazo”.

También denuncia la eliminación del SECAI, un pequeño cuerpo de tratamiento de información cuyo trabajo era “optimizar y coordinar” el trabajo del resto de cuerpos, así como la Unidad de Turismo.

La formación recibida por las UCEs

El portavoz de los manifestantes que ayer insultaban a Barbero insiste en que el desmantelamiento de una de las unidades de los llamados antidisturbios locales fue sólo “la gota que colmó el vaso”. Leal rechaza el sobrenombre de antidisturbios porque recuerda que las labores de esa unidad no es la de intervenir en eventos como manifestaciones, para lo que están los cuerpos nacionales. “Es un cuerpo creado hace once años con una calidad de servicio altísimo”, insiste Leal. Cree que el entrenamiento y formación que tiene este cuerpo se desaprovechará si se elimina.

“Cuando llegue el buen tiempo y el botellón se verá”, alerta el portavoz, que insiste en que los cometidos de estos efectivos es trabajar en las afueras de conciertos, fiestas de distritos o registros, siempre con una “labor preventiva y no represiva”.

«En el 22M las UCEs actuaron para ayudar a las UIP», sostiene Leal sobre la intervención de este cuerpo como refuerzo a los antidisturbios nacionales, en referencia a una de las actuaciones más polémicas de esta unidad.

Choque ideológico sobre seguridad

Leal admite entender el enfoque del área, pero no cree que la eliminación de este tipo de cuerpos beneficie a las necesidades de seguridad de Madrid. Sin embargo, comparando ambos enfoques se observa más desacuerdo que entendimiento. Una confrontación casi ideológica sobre cuáles deben ser las funciones primordiales de los policías locales y dos formas distintas de entender la seguridad.

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