El Consistorio realizará un estudio técnico para determinar si hay una “sobrerepresentación” de la simbología y la iconografía monárquica. El primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, ha anunciado hoy la retirada del busto del Rey Juan Carlos I de la sala de plenos del Ayuntamiento, ya que “ya no es el jefe de Estado y es una anomalía que esté situado ahí”, ha señalado. La ley solo obliga a tener una efigie del jefe del Estado vigente, pero Juan Carlos I dejó de ser rey hace ya más de un año y el equipo de la alcaldesa, Ada Colau, ha decidido aprovechar el vacío legal para retirar la figura.
Además, ha indicado que estudiarán con el resto de partidos si se coloca en su lugar una representación del Rey Felipe VI, tras lo que ha asegurado que revisarán desde el consenso la simbología y la iconografía monárquica tanto en el Consistorio como en la ciudad, ya que considera que “está sobrerepresentada”.
“En la ciudad condal hay pocos vestigios en comparación con otras ciudades, por lo que se realizará un estudio técnico” para determinar si hay esta sobrerepresentación de la que se habla.
Asimismo, el comisionado de Estudios Estratégicos y Memoria Histórica, Xavier Domènech, ha explicado que revisarán el nomenclátor y la iconografía de la ciudad, y ha propuesto que la primera “actuación simbólica” sea trasladar la estatua de la República, situada ahora en la plaza Llucmajor, al cruce entre el paseo de Gràcia y la avenida Diagonal, conocido como la plaza del Llapis. Cabe destacar la intención de retirar estos símbolos contrarios a los derechos humanos, como el esclavista Antonio López, marqués de Comillas, que tiene una plaza con su nombre al final de la Vía Laietana.
