Han iniciado una recogida de firmas contra Clece, filial de ACS que se hizo cargo del servicio en octubre de 2013, por sus constantes recortes. Nuevos problemas para Florentino Pérez. Los trabajadores de la limpieza del Hospital Ramón y Cajal de Madrid han retomado sus protestas contra Clece, filial de ACS que se hizo cargo del servicio en octubre de 2013, por sus recortes. Se quejan de que la contrata no cubre los puestos que quedan vacantes ni las bajas, y aseguran que el servicio se deteriora por días y que la limpieza del centro “está en uno de sus peores momentos”.
En un comunicado del Comité de Empresa del centro, del que se hace eco el Movimiento Asambleario de Trabajadores de Sanidad (MATS) en su página web, los trabajadores de la limpieza del Ramón y Cajal denuncian las “ilegalidades” que está cometiendo Clece, así como la “falta de plantilla”, el “deterioro” del servicio y el “nuevo ataque a los derechos del convenio colectivo” que se está produciendo.
Según relatan los trabajadores, que han iniciado una recogida de firmas en el hall del centro, la Comunidad de Madrid adjudicó el contrato a la empresa de Florentino Pérez pese a que fue la que presentó el menor presupuesto siendo las necesidades del servicio “las mismas”. “Desde ese momento hemos denunciado las ilegalidades cometidas, las extinciones de contrato masivas y la falta de plantilla por no cubrir la empresa las vacantes, con el consiguiente deterioro del servicio en el hospital que ha llegado a límites inimaginables”.
Concretamente, los trabajadores se quejan de las “desvinculaciones“ llevadas a cabo por la empresa, que supusieron “la pérdida de decenas de puestos de trabajo y un ataque muy grave a los derechos colectivos de los trabajadores”. Una medida “ilegal” que unida a la “abrumadora falta de personal” en el hospital “por no cubrir Clece las vacantes de puestos definitivas y las Incapacidades Temporales” ha provocado en los últimos meses “un deterioro muy preocupante de la calidad del servicio de limpieza”.
“La limpieza en el hospital está en uno de sus peores momentos en cuanto a la calidad del servicio. Se han sucedido últimamente las quejas, denuncias y auditorías que lo acreditan”, dicen los trabajadoras, que hablan de un problema de “salud pública” y critican que la Gerencia del Ramón y Cajal no haga nada por atajar esta situación pese ser plenamente consciente de lo que ocurre.
En este sentido, señalan que “Clece no es la única responsable”, sino que “la Gerencia del hospital queda señalada si no pone fin a esta situación y no adopta las medidas legales que están en su mano” para solucionarla. “Este Comité de Empresa de Limpieza del Hospital Ramón y Cajal ha denunciado en muchas ocasiones esta situación ante la Dirección del Centro, informándole del grave deterioro de la limpieza del hospital, no habiendo recibido respuesta alguna hasta el momento”, aseveran en el comunicado.
Asimismo, los trabajadores de la limpieza recuerdan que la ley 30/2007 de Contratos del Sector Público obliga a la Dirección del Hospital a vigilar, supervisar y hacer cumplir la realización del servicio contratado. Por tanto, “como entidad receptora del servicio de limpieza el hospital ha de velar por ese cumplimiento de las obligaciones de la contrata, así como de las normas legales en vigor”.
“La Dirección debe poner fin a esta situación. Debe utilizar los instrumentos legales que tiene a su alcance, para así poner freno al deterioro que está sufriendo el servicio público que prestamos y restablecer la legalidad y las garantías jurídicas”, aseveran.
Convenio Colectivo
Pero las quejas del colectivo no acaban ahí. También denuncian que Clece ha atacado los derechos laborales integrados en el Convenio Colectivo que rige las relaciones laborales de la plantilla de limpieza del hospital.
Según afirman, tras la denuncia del Convenio Colectivo del centro en octubre del año pasado “estamos en pleno periodo de negociación y acaba de entregar parte de su propuesta de plataforma del convenio que desea la empresa”. La empresa, se quejan los trabajadores, “pretende eliminar los artículos más importantes del Convenio Colectivo actual, como los que protegen el número de plantilla de trabajadores, que se cubran las vacantes, las garantías ante medidas empresariales de modificar sustancialmente las condiciones de trabajo, etc.”.
La plantilla ya ha mostrado su desacuerdo con estas pretensiones de la empresa al entender que significarían “un retroceso de muchos años en los derechos laborales recogidos en el Convenio Colectivo”.
