La intención de Génova de ‘cortar la cabeza’ de Ricardo Costa para zanjar las responsabilidades políticas por el ‘caso Gürtel’ ha chocado de frente con el PP de Castellón. Carlos Fabra ha cerrado filas en torno al secretario general del PP regional, sembrando el temor en la sede popular.´
La dirección nacional del PP no ha escondido su desconcierto y su temor, después de que Ricardo Costa leyera ante los medios de comunicación un comunicado en el que rechazaba dimitir como secretario general del partido regional alegando que en todo momento siguió instrucciones de Francisco Camps y de Mariano Rajoy. Así, a media mañana decidió cancelar la rueda de prensa habitual de María Dolores de Cospedal tras la reunión del Comité Ejecutivo del PP de todos los lunes y que se trasladó al día de hoy por ser fiesta ayer. Tampoco Soraya Sáenz de Santamaría ofreció su tradicional comparecencia de los martes en el Congreso.
Y es que el PP se ha quedado sin palabras. Más aún cuando Carlos Fabra, presidente de la Diputación de Castellón, ha salido en defensa de Costa alegando que como secretario general del partido nunca pudo adjudicar ningún contrato público a las empresas de la trama de Francisco Correa. El apoyo de Fabra cobra mayor importancia teniendo en cuenta el histórico enfrentamiento entre su familia y la de Costa por el poder en la provincia de Castellón. De hecho, según se da por hecho en los círculos políticos de la Comunidad Valenciana, si Ricardo Costa no ha entrado en el Gobierno de Camps ha sido porque Fabra lo ha evitado. Sea como sea, el presidente castellonense advierte ahora de que no sería responsable cesar al secretario general porque no ha podido adjudicar ningún contrato.
Quien también ha salido a defender a Costa ha sido el yerno de Fabra, el consejero de la Comunidad de Madrid, Juan José Güemes. Así, ha aclarado que el portavoz del PP valenciano no está acusado de ningún delito y opinó que “este tipo de situaciones tiene que llevarnos a todos a ser mucho más cautos porque lo que hay en juego es el nombre de un partido que en España es el partido de la gente patriota y honrada”.
Entre estas declaraciones y el frente que ha abierto Costa, se celebra esta tarde el Comité Ejecutivo del PP valenciano, una reunión que se prevé tensa, ya que está previsto que se vote el “cese temporal” de Costa. Será en ese momento cuando se evidencie la división interna en la formación y cuando Camps tendrá que romper su silencio. Se espera que asistan varios diputados nacionales de la comunidad, entre ellos Juan Costa y Esteban González Pons. También podría acudir Federico Trillo.
Desafío de Costa
El secretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, compareció pasadas las 11 de esta mañana para dejar claras ante la opinión pública dos cosas: que no va a dimitir porque en todo momento ha cumplido con las directrices del partido y que exigirá explicaciones tanto a Rajoy como a Camps en caso de que sea cesado.
Así, visiblemente tranquilo, Costa señaló que su dimisión sería muy perjudicial para el PP valenciano porque se trasladaría la idea de que el partido actúo de manera incorrecta y esto, aseguró, es falso. También aclaró que la decisión de trabajar con Orange Market fue anterior a su llegada a la Secretaría General del partido, en junio de 2007, y que no ha podido nunca adjudicar contratos públicos puesto que no ha ostentado un cargo en la Generalitat Valenciana. Respecto a las conversaciones que aparecen en el sumario con ‘El Bigotes’, Costa recuerda que tuvieron lugar hace más de nueve meses. No obstante, reconoce haberse sentido avergonzado al leerlas y pide disculpas públicamente.
Los ‘zaplanistas’ también quieren hablar
La reunión del Comité Ejecutivo del PP valenciano de esta tarde será un examen final para Francisco Camps. Cuando parecía haber tomado las riendas del partido y aplacado al sector ‘zaplanista’, el estallido del ‘caso Gürtel’ frenó su escalada. Ahora, todos los fantasmas del pasado parece que vuelven a cernirse sobre él.
El PP de Castellón, con el que tenía un `pacto de no agresión’ parece volverse en su contra. Y lo hace en el peor momento porque Camps había pactado con Fabra personalmente el apoyo del castellonense a su candidatura para repetir en las elecciones autonómicas de 2011. A cambio, Camps le habría prometido desbloquear los numerosos proyectos urbanísticos que se encuentran paralizados en la Consejería de Urbanismo. Con el respaldo de Fabra y por extensión del PP de Castellón, Camps acudiría al congreso interno del partido con los suficientes votos para hacer frente al líder ‘zaplanista’, José Joaquín Ripoll.
Para Ripoll, la reunión de esta tarde es una oportunidad de oro para volver a la carga contra Camps y para volver a recuperar el poder perdido por este sector desde que Eduardo Zaplana se marchara a Madrid. Además, Ricardo Costa ha sido una persona que, a pesar de ser cercano a Camps, nunca ha perdido la comunicación con los ‘zaplanistas’. De hecho, el ex alcalde de Alicante, el ‘zaplanista’ Luis Díaz Alperi, le regaló un lujoso reloj a Costa, según el sumario Gürtel. El secretario general del PP valenciano ha reconocido hoy que ese regalo, valorado en 6.000 euros, fue a título personal “por el afecto y el aprecio mutuo que nos procesamos”.
