La Razón sale al paso de las críticas de ABC y El Mundo a la reforma de la financiación planteada por Alicia Sánchez-Camacho. La propuesta de la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, de reformar la financiación a esta comunidad ha despertado duras críticas en la prensa conservadora. En todos los diarios, menos en La Razón. El periódico que dirige Francisco Marhuenda se ha desmarcado de estos ataques y ha destacado que esta iniciativa es una “aportación valiosa” al debate sobre el actual modelo.
“Una propuesta valiosa, pero no la única”. Con este titular, La Razón dedica uno de sus ‘Puntazos’ de opinión a la mencionada iniciativa de Sánchez-Camacho a la que la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, dio portazo ayer públicamente. Según este diario, esta reforma “no es desdeñable”, ya que en su opinión, “se trata de una aportación valiosa a un debate en el que intervienen otros quince interlocutores con sus opiniones e intereses”.
Y es que, Marhuenda no se olvida de que el resto de autonomías, en su mayoría gobernadas por el PP, tienen voz y voto en esta remodelación, ya que a ellos también les afecta. Por ello, señala que “la obligación del Gobierno de la nación es alcanzar el mayor consenso posible y preservar el mandato constitucional de solidaridad entre los territorios”.
Eso sí, insiste en que “salvado este principio, todo es negociable, incluida la forma de aplicar la solidaridad”, algo que no comparte Génova.
Esta defensa de Sánchez-Camacho choca con el editorial que le dedica hoy ABC. El periódico de Bietio Rubido tacha de “desnortada” la iniciativa de la dirigente popular, ya que “además de vulnerar la Constitución y los principios rectores de su partido, la fórmula del PP catalán no resolvería el desafío separatista, sino que alentaría movimientos similares”.
Para este diario, la líder del partido en esa región “se equivoca” al “plegarse, al menos parcialmente, a una de las grandes demandas de los nacionalistas al proponer a la dirección nacional de su partido un modelo de financiación diferenciado para Cataluña”. Una financiación específica que va en contra de la Constitución, ha remarcado, ya que se beneficiaría a una región “en detrimento del resto” con “el falaz argumento de que dicha estrategia solucionará el órdago secesionista”.
ABC asegura que aceptar esta singularidad “significaría ceder al chantaje nacionalista, la rendición del Estado de Derecho, validando así la deslealtad institucional emprendida por Mas”. Tras esto, arremete contra la “dubitativa posición frente a CiU se está traduciendo en una pérdida de apoyos que, muy habitualmente, están aprovechando formaciones como Ciudadanos”.
Menos duro ha sido El Mundo, que critica más la forma que el fondo y señala que “si lo que pretendía la líder popular catalana era volver a Cataluña con un espaldarazo nacional, el resultado fue justamente lo contrario”. “La secretaria general del PP y casi todos los barones regionales la desautorizaron”, destaca.
Y es que, para Pedro J. Ramírez, “aunque el PP catalán no pretenda que el nuevo modelo se aplique en exclusiva a Cataluña, es evidente que se ha equivocado en la forma y el momento de presentar su propuesta como una respuesta del Gobierno central al desafío soberanista de Mas”. En su principal editorial, este periódico cree que “no sería aceptable de ningún modo que el Gobierno negociara bilateralmente con Cataluña como consecuencia del órdago lanzado por nacionalistas e independentistas”.
