La directiva de la SGAE intenta recuperar el ‘modelo Teddy Bautista’

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La directiva de la SGAE intenta recuperar el ‘modelo Teddy Bautista’

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Un presidente sin poder ejecutivo. Esto es lo que parece buscar la Junta Directiva de la SGAE tras el cese de Anton Reixa. Se trataría de recuperar el modelo de Teddy Bautista, que manejaba los hilos de la sociedad sin ostentar el cargo de presidente.

Al contrario de la opinión generalizada, Bautista no era presidente de la SGAE (en aquel momento lo era José Luis Borau). Adoptaba todas las decisiones y manejaba todos los fondos recaudados por la entidad pero su cargo era el de presidente del Consejo de Dirección. Ahora la Junta Directiva que forman el presidente interino Miguel Hermoso, y los vicepresidentes José Miguel Fernández Sastrón, Fermín Cabal y Teresa Alfonso, podrían querer recuperar este esquema.

En este caso hay dos dilemas a resolver, según se apunta en ambientes cercanos a la entidad: por un lado, encontrar a alguien dispuesto a ejercer de presidente sin voz ni voto; por otro, decidir quién asume el verdadero poder: Sastrón (Colegio Pequeño Derecho)o Cabal (Colegio Gran Derecho).

Los cuatro han firmado un comunicado conjunto en el que intentan tranquilizar a los socios ante los “lamentables” hechos que han derivado en la destitución inmediata de Reixa. “Los vicepresidentes de los cuatro colegios les aseguramos, con absoluta convicción que, a partir de este momento, el camino hacia la sosegada gobernabilidad de nuestra entidad será más franco, transparente y estable”, señalan.

Cuentan en algunos mentideros que la destitución de Antón Reixa fue consecuencia de su negativa a convertirse en ‘monigote’ de la directiva. Pocos días antes de la Asamblea General -en la que una quinta parte de los socios debía votar las primeras cuentas desde que llegó a la Presidencia y a la que llegaba muy cuestionado- sus detractores le ofrecieron un acuerdo que pasaría por mantenerle en la Presidencia, pero sin poder ejecutivo.

Sea como sea, el objetivo es evitar unas nuevas elecciones que depararían un resultado impredecible después de que Reixa reformara el sistema de votación para que puedan participar un mayor número de socios. De momento, está previsto que la Junta Directiva elija al nuevo presidente en una reunión el próximo día 25.

Negro aniversario

El músico, escritor, director y productor de cine, ganó las elecciones en la SGAE hace algo más de un año. Su permanencia estaba siendo muy discutida desde hace unos meses por no haber cumplido parte de sus promesas –como empezar a pagar a pequeños autores a los que la entidad debe aún dinero- y por enfrentarse a un importante grupo de autores por cobrar derechos televisivos.

El País publicó el pasado sábado que 28 de los 39 miembros de la junta habían firmado una carta para incluir en el orden del día de hoy su dimisión. Paralelamente, unos 200 reconocidos autores, como Alejandro Sanz, Isabel Coixet, Santiago Auserón o Gerardo Herrero han firmado un manifiesto en el que instan a la Junta Directiva a dejarse de intrigas y ponerse a trabajar en lo importante. Es decir, que ponga punto y final a las luchas de poder y empiece a trabajar en temas como la Ley de Propiedad Intelectual.

“Transcurrido un año desde las últimas elecciones, comprobamos que la principal actividad de la junta está centrada en litigios internos y no en salvaguardar los intereses del colectivo de socios de la SGAE. Por eso, nos gustaría recordar que todos los socios hemos votado para que la Junta nos represente con dignidad, que salvaguarde los intereses de todos y que las luchas de poder internas y las descalificaciones, deben subyugarse al interés general de guardar consistencia y fidelidad de cara a los intereses generales”, señala este grupo en la carta, según detalló el diario de Prisa.

Cuentas aprobadas, mismo problema

A pesar de que Anton Reixa logró que la mayoría de los socios con derecho a voto respaldara sus primeras cuentas como presidente de la sociedad a principios de mes, las críticas internas contra su gestión no cesaron.

Pocos días después de la Asamblea General, la Fundación Autor, que preside Antonio Onetti, cargó contra Reixa. La principal crítica se dirigía a la gestión de la desinversión de la red de teatros valorada en unos 400 millones de euros con la contratación de Thesan Capital, un proceso que, para este organismo, está lleno de sombras.

Los ataques de Onetti cobraban más relevancia teniendo en cuenta que éste apoyó a Reixa para que fuera elegido presidente de la SGAE. Y suponía un nuevo frente tras su enfrentamiento con el grupo que lidera Juan Márquez, que en los últimos años se ha enriquecido llamativamente componiendo música para programas de televisión nocturnos.

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