Más de mil trabajadores de la enseñanza concertada madrileña han dado el pistoletazo de salida a sus movilizaciones en defensa de las subvenciones a la Formación Profesional de Grado Superior que han sido eliminadas de “un plumazo” por el Gobierno de Ignacio González y lo hicieron con una manifestación frente a la Consejería de Educación que dirige Lucía Figar.
La protesta fue convocada de forma unánime por los sindicatos (FSIE Madrid, FEUSO-Madrid, FETE-UGT Madrid, STEM y FREM-CCOO) que consideran la medida “un ataque brutal e injustificado a la enseñanza concertada” y alertan de que afectará a unos 6.000 alumnos, puede provocar el cierre de unas 305 aulas, la pérdida de empleo para 600 docentes y la reducción de la oferta formativa en la Formación Profesional de Grado Superior, por lo que pide al Gobierno Regional que rectifique.
El colectivo de los trabajadores de la enseñanza concertada madrileña, considera que las explicaciones de la Consejería sobre su intención de avanzar a la F.P. Dual, son sólo un pretexto para encubrir la verdadera intención de ahorrar 25 millones de euros y hacer un ensayo de cara a la futura eliminación de otros niveles concertados no obligatorios, según recuerda FSIE Madrid.
Argumentan que la F.P. Dual no puede ser una alternativa a la eliminación de los conciertos, puesto que la estructura productiva madrileña no se parece a la de Alemania. Aquí no predominan las grandes empresas, ni el sector industrial, ni las empresas necesitan garantizarse futuros trabajadores cualificados, en un mercado de trabajo con escasa oferta de mano de obra.
A juicio de los sindicatos, ninguna medida justifica la eliminación del sistema que en la actualidad está funcionando con altísimos niveles de eficacia, y está proporcionando un grado de empleabilidad cercano al 80% a los titulados de los centros concertados de F.P. de Grado Superior.
Desde la FSIE llevan tiempo denunciando que lo que ha hecho la Comunidad es «hecho sin precedentes en el Estado español” sólo para ahorrarse unos 20 millones de euros”, mientras que desde la Federación de Enseñanza de CCOO de Madrid, Isabel Galvín, calificó la medida un de “ERE encubierto que va a dejar en la calle al 60% de esos 600 trabajadores”.
Además del perjuicio que hacer a los 7.000 alumnos (que actualmente pagan 36 euros y que podrían tener que pagar entre 350 y 350 euros) los sindicatos advierten que se podría destruir más empleo, además del de los docentes, ya que muchos centros pequeños pueden verse abocados al cierre con lo que se perderían también los puestos de trabajo de administración y de otros grados de FP.
Esta primera concentración forma parte de las movilizaciones acordadas por unanimidad el pasado 14 de marzo, por las organizaciones sindicales que representan al sector de la enseñanza concertada en Madrid (FSIE MADRID, FEUSO-Madrid, FETE-UGT Madrid, FREM-CCOO y STEM) y contemplan, entre otras, asambleas y recogida de firmas entre los trabajadores, concentraciones y paros parciales en los centros educativos.
