Tres o cuatro minutos de cortesía institucional con discurso incluido. Ese es todo el tiempo que ha concedido hoy el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a los miembros del COI que han llegado a España para evaluar la candidatura de Madrid para los juegos de 2020. Después se ha marchado a toda velocidad para eludir a la prensa.
Había cierta expectación entre los medios, especialmente los internacionales, por ver como Rajoy solucionaba la papeleta, en un día complicado, en el que las sospechas de corrupción en el PP siguen sin despejarse y, además, el polémico rescate de Chipre ha vuelto a desestabilizar la prima de riesgo española.
Y el político gallego ha vuelto a hacer una de las suyas. Obligado como estaba a mostrar su apoyo al proyecto ha estado listo para la foto, en la que también aparecerán el principe Felipe, la Alcaldesa de Madrid, Ana Botella y la consejera de Educación, Lucia Figar. Pero desde el primer momento dejó claro a la nube de periodistas y fotógrafos que le esperaba que no iba a aceptar preguntas.
Después ha dicho unas palabras de apoyo, durante poco más de dos minutos, en las que ha presumido de la potencia deportiva y turística de España y del apoyo popular y se ha marchado corriendo. Casi literalmente. Al irse, ante el estupor de los informadores y el visible desconcierto de los miembros del COI ha dicho:»le dejo que hace un frío espantoso» y ha desaparecido del escenario.
Un principio accidentado para el examen del COI ha Madrid que también va a verse condicionado por las movilizaciones convocadas en coincidencia con la visita por los trabajadores del metro madrileño.
