Los profesores de Andalucía que enferman sufren “bajadas encubiertas de sueldo” por parte del Gobierno de José Antonio Griñán. Así lo ha denunciado CSI-F, que asegura que este problema se debe a que, tras la entrada en vigor en mayo del plan de ajuste que contempla la reducción de las retribuciones para el personal que esté de baja, el Ejecutivo autonómico sólo contempla como enfermedad exenta de descuentos los nódulos en las cuerdas vocales.
En una nota de prensa, el sindicato indica que el sector de Enseñanza de CSI-F ha pedido “la ampliación del catálogo de enfermedades exentas de descuentos en los haberes del personal docente”. Esta organización critica que el Gobierno regional sólo reconozca “los nódulos en las cuerdas vocales a causa de los esfuerzos de la voz, obviando el resto de dolencias más habituales entre maestros y profesores”.
De esta forma, si un docente sufre cualquier otra enfermedad se enfrentará a una “rebaja salarial”. Para el sindicato, esta situación es “una injusticia que el personal docente no puede asumir”, y reclama a la Administración que sean consideradas como enfermedades laborales exentas de descuentos salariales “todas aquellas relacionadas con el aparato respiratorio y fonador (faringitis, laringitis, otitis o disfonías)”.
Asimismo, también piden que se tengan en cuenta enfermedades infectocontagiosas, directamente relacionadas con la convivencia continuada en espacios cerrados y con calefacción con un gran número de alumnos, así como las afecciones osteoarticulares y del tejido conectivo tales como artrosis, lumbalgia, osteoporosis, gota, traumatismos de las articulaciones y trastornos músculo-esqueléticos, entre otras.
Tal y como ha indicado Lina Santana, responsable del sector provincial de Enseñanza de CSI-F, “sin la actualización de este catálogo el personal docente quedará totalmente desprotegido con una bajada encubierta de sueldo cada vez que se pongan enfermos al no estar reconocidas las afecciones más habituales”.
Además de esta medida, el sindicato ha solicitado que se tengan en consideración los trastornos relacionados con patologías psicológicas derivadas del trabajo en las aulas, las provocadas por agresiones, las recaídas de enfermedades, las dolencias crónicas, los accidentes o la agravación de una discapacidad.
