El PP madrileño navega por aguas revueltas. Por si no fuese suficiente con las luchas por el poder que han surgido en el partido ante la cada vez más cercana salida de Esperanza Aguirre, ahora los populares se enfrentan a un problema inesperado: UPyD. La formación magenta ha puesto en peligro la hegemonía de los conservadores en un ayuntamiento clave para ellos, como es el de Alcalá de Henares, al romper los acuerdos de gobierno alcanzados.
Nuevos problemas para el PP de Madrid. La formación conservadora no atraviesa por su mejor momento, con muchos de sus miembros cuestionados por su gestión, como Ana Botella, o por sus medidas, como Ignacio González. A ello hay que añadir la incertidumbre que genera la sucesión de Esperanza Aguirre, que ha acrecentado las luchas internas por el poder. Y en medio de todo este ajetreo ha surgido una complicación inesperada: su liderazgo en alguno de los ayuntamientos calve para el partido se tambalea.
Es el caso del consistorio de Alcalá de Henares, al que su alcalde, Javier Bello, llegó gracias al apoyo de UPyD. Un apoyo con el que ya no cuenta, y que podría hacer que el PP tuviese que abandonar el despacho principal del ayuntamiento complutense.
La formación magenta ha decidido romper su pacto de apoyo a la gobernabilidad de Alcalá al advertir que el regidor popular ha incumplido 18 de los 25 puntos de acuerdo que incluía el programa de UPyD y que fueron suscritos el pasado mes de junio por el PP para hacerse con la alcaldía.
Una de las principales reivindicaciones de UPyD era la de bajar un 30% el sueldo de Javier Bello, de 100.500 euros anuales, el cuarto más alto entre todos los regidores de España. Esta medida debía recogerse en los Presupuestos para 2013, que todavía no se han presentado, por lo que el popular seguirá cobrando lo mismo.
No obstante, puede que no haya sido solo el incumplimiento de estas normas “no negociables”, como indicó UPyD, el que haya llevado a la formación magenta a dar por finalizada esta relación y, con ello, poner en peligro el poder del PP. Hace un par de días Bello se vio inmerso en una polémica que se gestó vía Twitter, red social en la que fue acusado de homófobo.
Concretamente, el alcalde de Alcalá se enzarzó en una discusión con el vocal de UPyD de la Junta Municipal de Distrito I, Víctor Delgado, a costa de lo ocurrido en un acto al que Bello no iba a acudir pero al que se presentó por sorpresa. Según criticó el político magenta en su cuenta de la red de microblogging, su única intención era “chupar cámara y posar en fotos”, una capacidad que “es indirectamente proporcional a su capacidad de gestionar” el ayuntamiento.
Bello no se quedó callado, y le contestó que “lo de chupar no es muy apropiado viniendo de alguien como tú”, una frase que encendió una fuerte polémica en la red y que provocó que gran parte del partido magenta se le echase encima.
Puede que esa fuese la gota que colmó el vaso de la paciencia de UPyD, que ahora espera un movimiento por parte de los socialistas para decidir el futuro del Ayuntamiento de Alcalá de Henares. Hasta ahora, el PP gobernaba con 12 concejales, frente a 9 del PSOE, 3 de IU, 2 de UPyD y 1 de Alternativa Española.
