El presidente del PP de Guipúzcoa, Borja Sémper, no se ha mordido la lengua ante los insultos que dedicó la diputada popular Andrea Fabra a los parados en el Congreso y ha asegurado que esta situación le “jode”, sobre todo “cuando es alguien de mi partido quién lo hace”.
Las críticas a la hija del expresidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, en las propias filas del PP no se han hecho esperar. Desde el PP vasco se ha arremetido contra el “¡que se jodan!” que pronunció Andrea Fabra desde su escaño en el Congreso de los Diputados cuando Mariano Rajoy estaba explicando los recortes a los parados.
En concreto, ha sido el presidente del PP de Guipúzcoa, Borja Sémper, el que ha reprochado a la diputada popular su actitud en el hemiciclo. “En la política hay demasiados insultos, descalificaciones y vulgaridades. Cuando es alguien de mi partido quien lo hace, me jode más”, ha asegurado el líder de los populares de esta provincia en su Twitter. Un comentario que minutos después desaparecía de su perfil en esta red social.
Una dura crítica que deja en evidencia el malestar que existe en las filas del PP con la hija del siempre polémico Carlos Fabra y el revuelo que sus palabras han desatado en las últimas horas.
Más tibio ha sido ha sido presidente del Senado, Pío García-Escudero, que durante los Cursos de Verano de la Universidad Rey Juan Carlos en Aranjuez ha asegurado que, a pesar de tratarse de “hechos aislados”, las palabras de Fabra son «reprobables».
«Los diputados están cumpliendo con su función desde el momento en que su trabajo es el desarrollo de todas las medidas que hace el Gobierno. Que luego haya hechos aislados que son reprobables, pues como en todos los sitios», ha remarcado, según Europa Press, aunque ha insistido en que «todo comportamiento reprobable es censurable».
