La prensa conservadora mira para otro lado en el juicio a Bankia

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La prensa conservadora mira para otro lado en el juicio a Bankia

La decisión de admitir a trámite una querella de UPyD contra Bankia y sus consejeros y de imputar a Rato, Olivas y Acebes ha sido recibida de manera diferente por los diarios de tirada nacional, ya que aunque todos dicen que la investigación es indispensable, los ultraconservadores lo hacen ‘con la boca pequeña’. Es más: sólo insisten en la presunción de inocencia, piden la misma vara de medir para otras cajas y critican las ‘prisas’ del juez. Y eso que Bankia se intervino hace ya dos meses.

Sin embargo, El País, por ejemplo, en lo que pone el acento en su editorial es en el hecho de “que la investigación se haga por la vía judicial, en vez de haberse iniciado en el Congreso de los Diputados (…)incapaz de desempeñar un papel comparable al del Congreso de Estados Unidos, que intervino largamente tras el desastre de sus instituciones financieras de 2008, o al del Parlamento británico, que lo ha hecho de forma fulminante, apenas unos días después, a raíz de la manipulación del índice interbancario de Londres por Barclays y otros bancos.

El Mundo, por su parte, considera que se “abre un proceso que pone en la picota una parte del sistema financiero que surgió en la España de la beautiful people de los años ochenta y quedó herido de muerte en el estallido de la burbuja inmobiliaria, en los comienzos de la crisis”. Opina que “es un juicio al sistema formado por unas cajas de ahorros dominadas por los políticos regionales, que camparon a sus anchas en los consejos de administración gestionando como si el dinero no fuera de nadie y repartiendo favores a diestro y siniestro”.

El diario conservador Abc, sin embargo, pone paños calientes ya que deja claro que también habría que investigar otros casos como el de Caja Castilla-La Mancha con la misma contundencia, y repite por activa y por pasiva que hay que respetar la presunción de inocencia y pone la diana en la mala gestión del socialista Fernández Ordóñez al frente del Banco de España. En fin, el discurso del Partido Popular.

La Razón va aún más allá en su intento de minimizar la admisión a trámite de la denuncia. No publica editorial, sino únicamente un ‘puntazo’ que titula “Bankia investigación sin juicios paralelos” en el que critica que el juez “Andreu decidió las imputaciones en contra del criterio de la Fiscalía, que entendía que eran precisas otras diligencias previas para establecer siquiera la existencia de ‘hechos penalmente relevantes’”. Además, al diario más marianista le “sorprenden e inquietan las prisas del juez ante la demanda de un partido político” e insta a respetar la presunción de inocencia y evitar juicios paralelos.

Prensa catalana

La Vanguardia titula ‘La Justicia y los bancos’ y señala que “la apertura de la investigación judicial está más que justificada, aunque, como corresponde en cualquier Estado de derecho, el principio de la presunción de inocencia no debe llevar a conclusiones precipitadas”. El diario, además, relaciona este caso con lo ocurrido con Barclays en Reino Unido, donde ha dimitido la cúpula de la tercera entidad del mundo por activos y considera que, visto lo visto, “parece que ha llegado el momento de reformar un sistema que ha entrado en una crisis de confianza en la cual se basa el propio sistema. Sin confianza en los bancos, todo el edificio se desmorona”. Eso sí, ni palabra sobre la decisión de la Fiscalía de investigar los sueldos de ex consejeros de Caixa Catalunya por posibles irregularidades.

El Periódico también habla de Justicia, aunque en este caso se refiere sólo a las cajas. “El caso de la debacle de las cajas de ahorro le ha tomado la delantera a la política”, valora el diario catalán.

Por su parte, El Punt Avui opina que Bankia “es una manifestación de los peores vicios del modelo español de cajas. Algunas, en lugar de ponerse al servicio del equilibrio social y del desarrollo económico de su territorio, se dedicaban a financiar los delirios de los políticos de turno”. Y concluye que esta es “una trama de intereses muy compleja que hace temer que el juez reciba muchas presiones”, una situación a pesar de la cual espera que la Justicia actúe con celeridad e independencia.

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