El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró hoy, tras su visita a la casa cuartel de la Guardia Civil de Burgos afectada por el atentado de ETA de la pasada madrugada, que la banda terrorista ha efectuado un “gran atentado fallido que buscaba víctimas mortales”.
Rubalcaba llamó a los terroristas “asesinos, salvajes y enloquecidos”, y precisó que esto es “lo que les hace aún más peligrosos”, aunque matizó que “no les hace más fuertes”. Tras la visita a la zona afectada, el ministro explicó que “sólo ha habido heridos leves” y que ahora mismo “están ya en sus casas”. Rubalcaba incidió en que en el inmueble afectado “dormían 41 niños que podían haber muerto”, calificando el atentado de “horrendo” y de “barbaridad”. También calificó el suceso como “especialmente canalla, porque iba dirigido contra las familias de la Guardia Civil”.
El atentado se produjo alrededor de las cuatro de la madrugada, entre la calle Jerez y la calle Cantabria, justo frente a la fachada de la casa cuartel, y ha causado cerca de 54 heridos leves, entre los que se encuentran niños y mujeres embarazadas, sin que hubiese aviso previo. Como explicó el ministro, “cuando ETA atenta contra la Guardia Civil no suele hacer avisos”. También aventuró que dudaba de que tuviese algo que ver con el 50 aniversario de la banda.
Las demás fuerzas políticas han condenado con contundencia el atentado. Desde el PP, han asegurado que lo único que le queda a ETA es “abandonar las armas e ir a la cárcel”, mientras que UPyD ha destacado que “ha querido sembrar el dolor y el terror y causar el mayor daño posible con una verdadera masacre”.
Por su parte, el Servicio de Inteligencia francés aseguró hoy que la banda está operativamente “bajo presión”, y que cuenta con miembros cada vez peor formados y está “aislada” políticamente.
