Un pueblo catalán ha encontrado la receta perfecta para saldar sus deudas: plantar marihuana. La localidad tarraconense de Rasquera ha decidido ceder unos terrenos a la Asociación Barcelonesa Cannábica de Autoconsumo (ABCDA) para llevar a cabo este proyecto, con el que pretenden crear unos 40 puestos de trabajo y ganar más de 1,3 millones de euros en dos años.
El pleno municipal de Rasquera, una localidad de casi 900 habitantes, ha aprobado por mayoría absoluta la implantación de cultivos de marihuana para el autoconsumo de los miembros de un club de fumadores barcelonés con 5.000 socios.
El alcalde de Rasquera, Bernat Pellisa, ha agradecido el apoyo de los ciudadanos y ha indicado que gracias a los beneficios de este proyecto podrán saldar “la deuda municipal que arrastramos”. Su intención es celebrar una asamblea en el pueblo la próxima semana para que científicos, abogados y médicos expliquen el proyecto a la población.
Además, Pellisa ha informado de que mañana se entrevistará con otra asociación de consumo cannábico, Airam, que cuenta con 7.000 socios, interesada también en este proyecto.
No obstante, no todos están de acuerdo con la llegada de la marihuana a la población. El jefe de la oposición, Bernat Farnós, ha solicitado “una consulta vinculante” y ha asegurado que se trata de “una iniciativa innovadora que roza el límite de las actividades no lícitas”, además de denunciar la ausencia de informes jurídicos que sustenten este proyecto.
