La polémica por las acusaciones de dirigentes del PSOE andaluz de presiones a sus delegados para apoyar a Chacón ha enfrentado al entorno de Rubalcaba y los afines a la exministra de Defensa en la recta final al Congreso. Así, Ramón Jáuregui, afín al exvicepresidente, ha asegurado que se ha podido sobrepasar “la frontera difusa de la persuasión por la presión”, mientras que Griñán, cercano a Chacón, ha negado cualquier interferencia.
El mismo día en que se dará el pistoletazo de salida al Congreso Federal del PSOE, los dos candidatos con más posibilidades de ganar, y a la par más igualados, se han sumido en una discusión sobre presuntas presiones a los delegados que elegirán al sucesor de José Luis Rodríguez Zapatero.
En una entrevista en la COPE, el ex ministro Ramón Jáuregui ha asegurado que frente al respeto que se han mostrado ambas candidaturas en el último mes y medio, en la recta final a esta cita se ha podido “sobrepasar la frontera de lo que se llamaría la persuasión por la presión”. En concreto, el veterano socialista hace referencia a unas declaraciones de varios dirigentes del PSOE sevillano en las que acusa a algunos secretarios provinciales de presionar para que sus delegados den su voto por Chacón.
Una práctica que ha negado en rotundo el líder de los socialistas andaluces, José Antonio Griñán, cercano a la exministra de Defensa. El también presidente de la Junta, en TVE, ha asegurado que el hecho de que un secretario provincial anuncie su apoyo a uno de los candidatos no es “una presión, ni legal ni ilegal”.
“No considero que si el secretario apuesta por uno esté presionando a los delegados”, ha insistido para englobar toda esta polémica en que son “cosas que ocurren”.
