El ex portavoz parlamentario del PP y ex presidente de la Comunidad Valenciana, Eduardo Zaplana, regresó a Alicante el pasado martes, en concreto a un pequeño pueblo que le ha elegido pregonero de sus fiestas. Según informa Levante-emv.com, la visita demostró, sobre todo, “que Zaplana sigue siendo Zaplana y que, aunque alejado de la política, sigue contando al menos para una parte importante del PP”.
El ex dirigente popular entró en el ayuntamiento de Daya Vieja “fuertemente escoltado, como en sus mejores tiempos, por numerosos simpatizantes del PP, así como por concejales y alcaldes de Daya Vieja, Daya Nueva, Jacarilla, Orihuela, Formentera, Granja, Rafal, Bigastro, San Fulgencio, Callosa y Los Montesinos, entre otros”, señala el diario. No en vano, la provincia de alicante es el feudo del sector al que da nombre dentro del PP valenciano y que mantiene un enfrentamiento desde hace tiempo con Francisco Camps.
El diario levantino cuenta algunos de los comentarios de los vecinos del pueblo como uno que comentó sobre Zaplana que “este hombre sí ha hecho por Alicante”. También destaca cómo Zaplana “ignoró totalmente a su sucesor e, incluso, a la pregunta ‘¿qué desea para el futuro de Camps tras ser imputado en el ‘caso Gürtel’?’, eludió darle su apoyo o confiar en su inocencia, asegurando que ‘no me corresponde a mí hacer valoraciones políticas’”. Respecto a la situación en Benidorm, el también ex alcalde de este municipio aseguró que “me produce cierta tristeza, pero no es mi papel opinar”.
Por otro lado, Zaplana descartó volver a la política: «Para nada. Son decisiones meditadas y uno tiene que ser consciente y tomar las decisiones cuando tocan» y sobre su trayectoria política aseguró: «sólo veo una forma de hacer mediciones. Un político se mide por cómo encuentra la casa cuando entra y cómo la deja. En mi caso siempre la he mejorado, a pesar de los errores que he podido cometer».
