Dos aviones de combate F-18, armados con misiles de aire-aire, han partido esta mañana desde la base italiana de Decimommanu en la isla de Cerdeña, rumbo a Libia, para impedir que los aviones de Gadafi ocupen el espacio aéreo del país. El despliegue coincide con el apoyo expresado desde el PP, ERC, CIU y UPyD a la intervención armada.
Aviones del Ejército español sobrevuelan Libia. A las doce del mediodía dos cazabombarderos F-18 y el avión de reabastecimiento en vuelo Boeing 707, despegaban, según fuentes del Ministerio de Justicia, rumbo al país norteafricano para realizar “la primera misión de patrulla aérea de combate”, dentro de la contribución española a la operación internacional por controlar el espacio aéreo libio. Los aviones, que ya han sido transferidos al mando de la OTAN, forman parte de los cuatro F-17, la fragata 104 Méndez Núñez, el submarino S-74 Tramontana y el avión de vigilancia marítima C-235, puestos por España a disposición de la Alianza.
Apoyo parlamentario. El despegue de los aviones coincidía con las manifestaciones de apoyo de PP, CIU, ERC y UPyD a la intervención española en el conflicto, por lo que todo apunta a que el Gobierno no tendrá problemas para que el despliegue militar sea ratificado mañana por el Congreso.
Según ha explicado esta mañana el portavoz del PSOE en la Cámara baja, José Antonio Alonso, los grupos han decidido dar el ‘visto bueno’ a esta intervención porque se apoya “bajo el paraguas de la ONU” y sirve para evitar que “Gadafi no siga masacrando a su pueblo”.
La confianza de Alonso llega después de que ayer, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, manifestara su conformidad con la cooperación militar española, al decir que “España tiene que estar con sus aliados y cumplir sus compromisos internacionales”. Del mismo modo se expresaron líderes como el secretario general de CIU, Josep Antoni Duran i Lleida, que lamentó que la resolución de la ONU, no hubiera llegado antes, o el portavoz de ERC, Joan Ridao, que manifestó “preferir que haya una acción internacional, amparada por la ONU a que no haya nada”.
Por su parte, las dudas del PNV sobre el sentido de su voto apuntan a la abstención de la formación nacionalista. Algo que no harán los diputados de IU y BNG, que votarán en rojo por defender que detrás de la operación están los “mismo intereses que motivaron la guerra de Irak”.
