Los sindicatos CCOO y UGT han llevado la convocatoria de huelga general prevista para el 29 de septiembre ante el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA). Con ello pretenden evitar cualquier conflicto laboral que puedan ocasionar los paros.
Ambas organizaciones sindicales siguen oponiéndose a la reforma laboral y a los planes de ajuste económico planteados por el Ejecutivo socialista porque a su entender “traerán una reducción del gasto público, un recorte salarial a los empleados públicos, una congelación de las pensiones y una reducción de ayudas a las familias».
El secretario de organización de CCOO, Antonio del Campo, y su homólogo de UGT, José Javier Cubillo, han manifestado la intención de sus respectivos sindicatos de dar un plazo de 72 horas para que el Gobierno pueda “echar atrás la reforma laboral” antes de reunirse en un acto de conciliación en el SIMA.
A pesar de ello los secretarios de organización de UGT y CCOO han afirmado que no confían en un cambio de actitud del Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero. El encuentro en el SIMA sería el paso previo al registro oficial de la convocatoria de huelga general y tendría lugar el próximo día 7 de septiembre en el Ministerio de Trabajo.
Los sindicatos han expresado su preocupación por el hecho de que los trámites parlamentarios de la reforma laboral sólo consiguen “empeorar el primer borrador que hubo, dejando las cosas peor que están».
Cubillo ha llegado a instar a CIU a explicar a los ciudadanos sus intenciones respecto al texto de esta reforma e insinuó que las actuaciones de este partido podían acarrearle un castigo de los catalanes en las próximas elecciones.
