Rajoy no quiere que se le escape ni una elección más. Por ello, y tras la euforia por la victoria en las europeas que han afianzado su liderazgo, ha fijado como reto más importante para el PP las autonómicas y municipales de 2011, que empezará a preparar en septiembre.
El PP ganó el pasado domingo, día en que se celebraron las elecciones al Parlamento Europeo, en 11 de las 17 comunidades autónomas, más Ceuta y Melilla, frente al PSOE que sólo obtuvo un mayor número de votos en cinco regiones. Con estos datos, Rajoy está convencido de poder ganar la próxima cita electoral: las municipales y autonómicas de 2011. Y para que no se le escape ningún detalle, en septiembre comenzará a preparar las candidaturas de cada uno de los territorios en juego. Esto significa que antes de que finalice el año, Esperanza Aguirre y Alberto Ruíz-Gallardón, éste último especialmente, tendrán que decidir si quieren repetir en el cargo como presidenta de la Comunidad de Madrid la primera y como alcalde de la capital el segundo. En caso de que uno de los dos rechazara esta posibilidad, se reabriría el debate sobre la sucesión de Rajoy, a pesar de que éste ha salido reforzado tras estas dos citas. En cualquier caso, el líder del PP se juega en los comicios de 2011 su futuro, ya que un descalabro electoral pondría en duda su candidatura a las generales del siguiente año.
Rajoy ha marcado esta prioridad durante la reunión del Comité Ejecutivo Nacional para valorar los resultados electorales. El presidente del PP acusó al PSOE de haber hecho “una campaña del miedo y de la demonización del adversario, una campaña contra el Partido Popular” y que por esta razón, “el juego sucio del PSOE ha fracasado” en estas elecciones. También declaró que su partido tiene “una gran responsabilidad. Los ciudadanos nos han pedido liderar un proyecto. Tenemos que dedicarnos a hacer realidad esa alternativa. Vamos a trabajar para que haya un cambio de política económica”.
Respecto a la Presidencia de España en la UE, advirtió a José Luis Rodríguez Zapatero de que le apoyaran “en todo aquello que haga bien pero no queremos una presidencia europea de verborrea ni de marketing ni de intento de sacar rentabilidad política”, señaló.
Mariano Rajoy dibujó su visión de lo que queda de legislatura al señalar que “no veo fácil que el Gobierno rectifique, y además no sé si quiere rectificar, o si puede, o si tiene alguna idea para hacerlo. Pero lo que sí veo claro es que sin proyecto, sin ánimo de apostar por la concordia y sin apoyos definidos, no es fácil gobernar por el bien común. Por tanto, ese es el escenario que tiene el Gobierno y ellos sabrán que es lo que tienen que hacer”.
