Las razones por las que el PSOE prefiere abtenerse a que haya unas terceras elecciones

¿Terceras elecciones?

Las razones por las que el PSOE prefiere abtenerse a que haya unas terceras elecciones

Javier Fernánez junto a Antonio Hernando

Una derrota sin precedentes y la ausencia de un candidato a La Moncloa son los principales motivos para que el PSOE se decante por facilitar un gobierno del PP. “Yo no quiero terceras elecciones”. Esta es la idea que marca la estrategia de la comisión gestora del PSOE desde que se hizo con las riendas del partido el pasado fin de semana tras la dimisión de Pedro Sánchez. El presidente de este órgano, el asturiano Javier Fernández, ha insistido una y otra vez en esta tesis en la última semana. Y es que, los máximos responsables del PSOE no quieren enfrentarse a unos nuevos comicios y prefieren facilitar con su abstención un gobierno del PP. Sus motivos tienen.
 
Entre las razones del PSOE para cambiar su voto en una hipotética investidura de Mariano Rajoy se encuentra el pánico a las terceras elecciones. Según han explicado fuentes socialistas a ElBoletin.com, en las filas de la gestora existe la tesis de que esta nueva cita en las urnas ahondaría en la debacle del partido con un resultado aún peor que el del pasado 26 de junio. Las previsiones que tiene Ferraz sobre su mesa sitúan a los socialistas muy por debajo de los 85 diputados logrados en las elecciones del 26-J. En concreto, en torno a los 70 parlamentarios.
 
Esta sangría de votos unida a la posible subida de Podemos, IU y sus confluencias amenazaría el actual título de principal partido de la oposición que ostenta el PSOE. De producirse un ‘sorpasso’ esto sería un duro golpe para los socialistas del que costaría recuperarse.
 
Y para presentarse a unas hipotéticas terceras elecciones el Partido Socialista debería tener un candidato. Algo que también traería problemas. El escaso margen de tiempo que tienen los socialistas con el calendario que maneja la gestora de Javier Fernández complica la celebración de unas primarias en las que los militantes voten al cabeza de lista. Como mucho, podría darse un ‘dedazo’, con el consiguiente cabreo por parte de las bases del PSOE.
 
A esto hay que sumar la pregunta que se hacen muchos socialistas: ¿Quién está dispuesto a quemarse a lo bonzo en unas terceras elecciones?. “Nadie va a querer ser el candidato a La Moncloa sabiendo que va a fracasar estrepitosamente”, asegura a este diario una destacada diputada del PSOE, que no ve ni a Javier Fernández ni a Ángel Gabilondo liderando la ‘papeleta’ electoral. El presidente de la gestora está presidiendo Asturias, recuerda esta socialista, y Gabilondo “ya hizo el favor” de ser el candidato en los comicios a la Comunidad de Madrid.
 
La duda está en saber si Pedro Sánchez daría un paso al frente y se presentaría como candidato. La negativa del exsecretario general del PSOE a dejar su escaño en el Congreso mantiene en vilo a la plana mayor del partido que está expectante por saber qué pasos dará a partir de ahora el que hace una semana era su líder.
 
Además, se encuentra el problema de organizar una campaña electoral con un partido dividido en dos. Decisiones como quién formaría las listas a estos terceros comicios o la elección de las ciudades en las que hacer los mítines derivarían en un tenso enfrentamiento en el seno del PSOE.
 
Estas son algunos de los principales motivos por los que la gestora del Partido Socialista no quiere saber nada de repetir las elecciones e intenta desesperadamente convencer a los suyos sobre la necesidad de pasar del ‘no es no’ a Rajoy a una “abstención ténica”. Una labor para la que tienen apenas 20 días. En ese tiempo el PSOE tiene que consumir el giro en su discurso. Un viraje hacia la abstención que tendrá un importante escollo en las filas del grupo socialista en el Congreso. Según ha publicado este diario, los diputados contrarios a la abstención están dispuestos a saltarse la disciplina de voto en caso de que el Comité Federal decida al final facilitar un nuevo ejecutivo del PP.  

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