Greenpeace y Ecologistas en Acción valoran la dimisión del exministro Soria como el culmen de una legislatura donde su gestión ha sido “contraria a los intereses generales y favorecedora de intereses empresariales”. La dimisión de José Manuel Soria llega tarde, según los ecologistas. Tanto Greenpeace como Ecologistas en Acción han coincidido en que la renuncia del ministro de Industria, Energía y Turismo por su vinculación con los ‘papeles de Panamá’ culmina una legislatura en la que se “ha gobernado para los oligopolios y en contra del interés general”.
“José Manuel Soria ha pasado la legislatura falseando la información y engañando a la ciudadanía, poniendo en marcha medidas que solo benefician a las grandes empresas multinacionales que controlan el sector de la energía y que han seguido manteniendo beneficios multimillonarios, cuando la pobreza energética se ha instalado en importantes sectores de la población”, ha aseverado Ecologistas en Acción.
Un mensaje que ha compartido Greenpeace, organización que recuerda que Soria “deja un legado envenenado” provocado por una gestión que ha sido “contraria a los intereses generales y favorecedora de intereses empresariales”. De ahí que el gran reto que tendrá su sucesor –el cuál no ha trascendido el nombre- será “corregir los errores a los que nos ha llevado su política energética”.
Una crítica hacia Soria que ha sido constante durante toda una legislatura donde las agrupaciones ecologistas han visto, como analiza Ecologistas en Acción, que “cuando en el resto del mundo se habla del cambio climático, se instalan renovables y se invierte en medidas de ahorro y eficiencia”, aquí el exministro acumulaba “varias denuncias por su incumplimiento” de la legislación europea.
De hecho, las organizaciones no olvidan algunos de los grandes escándalos en materia energética que ha liderado Soria, como sucedió con el famoso ‘impuesto al Sol’ y el ‘caso Castor’. O la herencia que deja tras sus cuatro años al frente del departamento donde “las emisiones de CO2 en España han vuelto a subir, debido a que en 2015 el uso de carbón aumentó en un 23%”; en la que la subida de la tarifa eléctrica se disparó “un 25%” o donde “miles de pequeños inversores en renovables” se han quedado “al borde de la ruina” por su gestión, tal y como afirma Greenpeace.
“La política desarrollada por Soria no ha podido sido más nefasta para la sociedad y el medio ambiente, con su decidida apuesta por el mantenimiento de la central nuclear de Garoña, por técnicas tan agresivas como el fracking o por las prospecciones petroleras de Repsol en las costas de Canarias”, ha completado Ecologistas en Acción.
En definitiva, un adiós de Soria que ha supuesto un leve suspiro para estas organizaciones que han vivido una política energética calificada como “una de las más desafortunadas en las últimas décadas”. Y en la que su sucesor tendrá que “corregir sus errores” y sumarse al caballo ecologista que reclama Greenpeace donde se establezcan “objetivos claros para alcanzar un sistema 100% renovable”, en la que se ejecute la orden ministerial de cierre definitivo de la central nuclear de Garoña, se ponga fin al fracking y se ataje “los crecientes niveles de pobreza energética”, entre otras funciones.
